Las Tunas.- La zafra en Las Tunas no ha podido dar el salto que la economía nacional y local necesita, y anda a pasos lentos en las dos industrias -Antonio Guiteras y Majibacoa- que asumen la cifra más alta de producción de crudo asignada a un territorio del país, ascendente a más de 61 mil 500 toneladas de azúcar, destinadas, principalmente, a atender las exigencias de la canasta familiar normada, el consumo social, las empresas mixtas y otros sectores priorizados.
Ni los hombres y mujeres, ni los ingenios, ni los campos escapan al impacto de la actual situación financiera y energética de la nación; no obstante, los directivos y trabajadores del sector no renuncian a la meta, aunque muchos de los problemas trascienden esa intención y los esfuerzos de sus colectivos laborales.
En el “Antonio Guiteras”, por ejemplo, la jornada que cerró el miércoles a las 7:00 am fue muy estimulante, “pues fabricó 304 toneladas del crudo y se cumplieron todos los indicadores de calidad del proceso”, aseguró el ingeniero Juan Carlos Molina Diéguez, administrador del central, pero la incertidumbre reina en el futuro inmediato.
Al cierre de esta información, en esa fábrica la maquinaria tomaba fuerzas para reiniciar la molienda sin la certeza del tiempo que permanecería activa, “a lo sumo unas 12 o 14 horas si no llega el combustible requerido, recurso imprescindible para garantizar el abasto de caña a la industria; al tiempo que los apagones paralizan las labores en los centros de recepción y limpieza, sumado a las limitaciones de lubricantes para las maquinarias industrial y agrícola”, reseñó Molina Diéguez.
Los trabajadores han vencido numerosos obstáculos de índole material, pero hay otras dificultades objetivas que amenazan el progreso de la contienda y están relacionadas con afectaciones en las bombas de alimentación de agua a las calderas y obstrucciones en el río Salado, que comunica al mar con la represa, de la cual se extrae el agua que utilizan en las operaciones fabriles.
No obstante, el directivo reconoce la existencia de cuestiones subjetivas que atienden como prioridad intensificando la capacitación del personal, para corregir problemas operativos asociados a indisciplinas tecnológica y laboral que impactan en la eficiencia de manera integral.
La zafra en esta zona ya está extendida al mes de mayo y le deben al plan 18 mil 433 toneladas, desafío que enfrentan y procuran vencer en los días que restan.
Mientras, en el “Majibacoa”, después de resolver las adversidades ocasionadas por roturas en las bombas de alimentación de las calderas y permanecer 20 días parado como consecuencia de fallas en la estera del basculador que provee de caña a los molinos, los tres días de recientes lluvias trastornaron el suministro de materia prima y la escasez de combustible ha complicado más el desempeño.
Así lo declaró el ingeniero David Puig Brito, director de la empresa agroindustrial azucarera Majibacoa, quien confirmó que actualmente están moliendo prácticamente un día sí y otro no, debido a la falta de carburantes.
Subrayó que le deben a la meta más de 11 mil 200 toneladas de azúcar, y que esperan superar ese atraso y vencer el objetivo con fecha tentativa de 10 o 12 de abril, aunque tradicionalmente y en correspondencia con el comportamiento climático pueden moler hasta mayo.
Reconoció que tanto la industria como la agricultura han ido mejorando su accionar y la entidad dispone de buen balance de recursos en el escenario agrícola, lo que deviene fortaleza para resarcir las pérdidas y acercarse al cumplimiento.
Molina Diéguez y Puig Brito remarcaron que no renuncian a la cifra de crudo pactada, aunque enfatizan que para su materialización dependen, y mucho, de los aseguramientos de combustibles que les permitan mantener el ritmo de producción, sin ese contratiempo que altera el sistema y que en la última semana ha frenado los ímpetus.
