Las Tunas.- La materialización de tres procesos de importación marcan un nuevo camino para el taller de calzado La Isabella, proyecto líder del sector no estatal en Las Tunas que se alista para incrementar sus producciones a partir de las nuevas medidas para impulsar el trabajo por cuenta propia en Cuba.
Materiales, pegamentos y una novedosa máquina para hacer suelas completan el proceso que se inició a finales del 2020 a través del Fondo Cubano de Bienes Culturales y que hoy resulta un sueño hecho realidad para una familia que, desde 1994, se dedica al diseño y confección de calzados para hombres y mujeres de todas las edades, de ahí la gran aceptación que poseen por su profesionalidad y experiencia.
Yordanka Mejías, una de las líderes del proyecto, dijo en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias que la reciente llegada de la máquina permite a La Isabella proyectarse nuevos rumbos, pues además de los zapatos que hasta este momento realizan, prevén confeccionar suelas para botas de uso en el sector agrícola y para la realización de boticas escolares.
El equipo industrial trabaja a partir de policloruro de vinilo (PVC), el derivado más versátil del plástico, y del cual ya el proyecto posee más de una decena de toneladas, también importadas, para echar a andar la producción en los próximos días, funcionamiento que promedia una tirada de más de tres mil suelas diarias, puntualizó.
Gracias a las nuevas disposiciones que refieren una importante apertura para el sector no estatal en el país, La Isabella cuenta con un confortable taller, local arrendado bajo la modalidad de arrendamiento al colectivo, integrado por casi una veintena de hombres y mujeres en su mayoría jóvenes.
Para quienes producen calzados para entidades estatales y la población en general, las proyecciones están puestas en lograr un encadenamiento productivo con la Empresa de Industrias Locales y Artesanía de Las Tunas (Vascal), convenio basado en la posibilidad de que el proyecto ofrezca suelas y la entidad estatal posibilite su comercialización con otras provincias y productores.
Sabemos que la producción de suelas en estos momentos está afectada en el territorio nacional, dijo Naomy Lois Mejía, responsable de La Isabella, y esa es una de las razones por las que estamos profundamente emocionados con la importación de estos insumos, como garantía de que podremos continuar elevando nuestra variedad de productos y, por supuesto, la calidad.
Lois Mejía agregó que una vez que comience a funcionar la máquina, habrá la posibilidad de insertar alguno de sus calzados en el mercado exportador y elevar la generación de empleos en torno al proyecto, iniciativa que ya hoy cuenta con el taller, una tienda y varios puntos de venta.
Calzados La Isabella es popularmente conocido en Las Tunas por la diversidad y calidad de sus ofertas, fruto de una familia que se reinventa y que hoy se siente haciendo historia gracias a esta nueva posibilidad.
"Sentimos que como cuentapropistas tenemos un valor agregado y una importante inserción en la sociedad", subrayó Yordanka Mejía. Los sueños no se detienen, por eso se cumple también el deseo de materializar un proyecto más amplio de desarrollo local para la comunidad, que le permita a La Isabella colaborar en algún porcentaje al calzado escolar y de trabajo en la provincia de Las Tunas.
