Las Tunas.- La pandemia de la Covid-19 le impidió a la Empresa de Campismo Popular, en esta provincia del oriente cubano, celebrar como hubiera querido las primeras cuatro décadas de una iniciativa de recreación impulsada por el Líder Histórico de la Revolución Fidel Castro Ruz, pero sus directivos confían en que un eventual mejoramiento de la situación epidemiológica en la segunda mitad del año les permitirá reimpulsar la principal opción de turismo para la familia cubana.
Desde marzo del año pasado, la entidad ha pasado la mayor parte del tiempo fungiendo como un eslabón clave en la lucha contra el SARS-CoV-2, al poner sus instalaciones en función del aislamiento de personas como parte de las acciones de contención contra esa enfermedad. Hasta la fecha, más de 22 mil personas han estado recluidas en sus inmuebles, de los cuales 12 mil son pacientes y más de 10 mil son trabajadores de Salud de diversas especialidades o roles.
“Brindarles una adecuada atención ha sido nuestra prioridad”, aseguró José Vega
Hernández, director general de Campismo Popular Las Tunas, momentos antes de que comenzara la breve ceremonia por los 40 años de la empresa. “Nuestros trabajadores se han esmerado y eso es digno de reconocimiento también”, afirmó. En ese contexto, dijo, abrieron otras opciones como la venta de alimentos elaborados para llevar a los residentes en las comunidades cercanas a las bases, no solo por mantener a flote sus finanzas internas, sino además, por proveer a esos vecinos de un servicio necesario en un contexto de movilidad limitada.
ORDENAMIENTO Y ESPERANZA EN EL VERANO
El colectivo de Campismo Popular en Las Tunas apuesta seriamente por que el efecto combinado de los avances en la inmunización y el éxito de la estrategia cubana de enfrentamiento a la pandemia le permita retomar sus actividades típicas en la segunda mitad del 2021 y a plenitud en el 2022. Para ese momento no han cesado de prepararse, sostuvo Vega Hernández.
Dentro de lo que ha permitido la tensa situación económica del país, dijo, emprendieron algunas acciones de mejoramiento del estado constructivo en sus instalaciones de cara a la temporada estival. De manera que, cuando así lo permita el panorama sanitario de la provincia, hacerlo en las mejores condiciones posibles. Cuando esa reapertura plena ocurra, insistió, se mantendrán las pautas higiénicas implementadas exitosamente en el verano anterior.
Por otra parte, explicó que el proceso de ordenamiento monetario los obligó al replanteamiento del sistema de precios, incluyendo los de las áreas de recreación y el transporte tan demandado por los campistas. Al respecto, aseguró que los contactos con los proveedores les han posibilitado estar en el camino de establecer cotizaciones más asequibles que las previstas en un primer momento. “Esos pasos se han ido consolidando”, aseguró.
El titular de Campismo Popular en esta provincia anticipó que el reinicio total de la actividad habitual traería otras novedades en lo relacionado con los mecanismos para la reservación. “Estamos creando las condiciones para que estas se hagan desde plataformas informáticas, no solo para las capacidades de aquí, sino, incluso, en otras bases del país”. Esto, precisó, sería posible gracias a la mejoría de la infraestructura de conectividad en las unidades. A más largo plazo, probablemente en el 2022, pretenden rescatar la modalidad primigenia de alojamiento en casas de campaña en áreas del Lago Azul, Los Pinos de Manatí y de Punta Corella.
El Campismo Popular inició el 16 de mayo de 1981, iniciativa de Fidel para poner en contacto a los cubanos con opciones de esparcimiento sano. En esta provincia comenzó un año después, en la base de campismo la Aguada de Vázquez, municipio de Puerto Padre. En la actualidad, Campismo da empleo a 319 personas ubicadas en ocho instalaciones; seis de las cuales están concebidas para el servicio de alojamiento y dos extrahoteleras.
