Las Tunas.- El sector agropecuario de la provincia de Las Tunas ofrece un importante respaldo a la producción de medicamentos a partir de plantas medicinales, los cuales se elaboran en los cinco laboratorios que existen en el territorio.
Francisco Villavicencio Mendoza, especialista en Cultivos Varios, quien atiende el programa de Plantas Medicinales, explicó que, en estos tiempos de limitaciones por el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos, es vital el aporte de materia prima para la elaboración de los preparados naturales que ayudan a preservar la salud del pueblo.
“En los ocho municipios se cuenta con áreas sembradas de diferentes especies y, de conjunto, se entregan más de 35 mil kilogramos cada año de llantén, pasiflora, orégano, toronjil de menta, menta y sábila, fundamentalmente. También hay algunas especies que se recolectan fuera de estas fincas porque crecen de manera silvestre, como el cayeput, romerillo y la salvia.
“Hay algunas variedades que no existen en el territorio y las necesitamos, como el pino macho y el mangle rojo. Por eso tenemos relaciones de trabajo con otras provincias. El compromiso es vital y no podemos bajar la guardia; hay que buscar las especies que se demandan y aliviar la situación que tiene el país”.
Un buen ejemplo es la finca del municipio de Las Tunas, ubicada en los alrededores de El Cornito, con una extensión de 16 hectáreas. Cerca de la mitad dispone de sistemas de riego para mantener las producciones, especialmente en los meses de sequía más intensa.
Allí se cultivan unas 21 especies, según Lester García Guzmán, especialista de la entidad, quien agregó que se trabaja para satisfacer las necesidades de los Laboratorios de Medicina Natural y Tradicional (MNT) y que se pretende incrementar la superficie total para impulsar otros cultivos.
“Estamos pensando en fomentar la moringa, el limón, la guayaba y la guacamaya y en esos casos, como en las siembras ya establecidas, solo se emplearán fertilizantes orgánicos y bioplaguicidas para que las partes que se usan de cada planta vayan libres de sustancias químicas”.
Otro buen ejemplo está en el municipio de Jesús Menéndez, exactamente en la finca Los Cocos, a cargo del reconocido productor Eugenio Pérez Almaguer, quien continúa la siembra de granos y de posturas de árboles frutales, pero acomete nuevos proyectos relacionados con las plantas medicinales.
“No voy a descuidar los otros renglones, mas comprendo la importancia que tiene la siembra de estas especies y es la manera que tengo de aportar un poco más a la salud del pueblo. Me he enamorado de esta tarea y voy a seguirla porque realmente vale la pena.
“Comencé con algunas variedades y poco a poco se han ido incorporando otras. Tengo un área significativa de sábila y de tilo y ya he hecho entregas al municipio. Conmigo se puede contar para impulsar esta actividad”.
Desde la Asociación Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales (Actaf) también se apoya el Programa de Plantas Medicinales, lo que hoy es una solución y no una opción, ante la carencia e inestabilidad de los fármacos tradicionales provocada por la crisis sanitaria mundial.
“Conformamos el grupo técnico de plantas medicinales, que tiene como objetivo acompañar el desarrollo de un grupo de recursos fitogenéticos que son necesarios para potenciar la MNT -precisa Yoandry Ávila Igarza, presidente de la Actaf- y estamos acompañando a la finca de este municipio.
“Nos queda sistematizar un grupo de acciones de capacitación para fortalecer la gestión productiva y alcanzar mayor calidad durante las cosechas”.
En Las Tunas es significativo el consumo de fitofármacos antitusivos, tónicos, digestivos, laxantes, diuréticos, antirreumáticos, vermífugos, antinflamatorios y expectorantes, además de los preparados con miel de abejas y propóleos.
Por tanto, la siembra y cosecha de diferentes especies garantiza la producción en laboratorios de un amplio surtido de jarabes, cremas, tinturas y lociones que curan o alivian los síntomas de numerosas enfermedades.
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