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Las Tunas.- Carmen Velázquez Quintana no imaginaba que, en la asamblea de balance de la Dirección Provincial de Cultura, desarrollada recientemente, la viceministra Lizzete Martínez Luzardo pondría en su pecho el ansiado galardón. En el 2021, cuando se lo otorgaron, no pudo asistir al acto porque la covid-19 estaba en apogeo. Por eso, ahora no detiene sus lágrimas. Este es otro gran "fruto" por tantos años de entrega.

"Fue algo muy emocionante. Uno no trabaja para premios ni reconocimientos, pero -cuando recuentas lo que has hecho- dices: 'valió la pena dedicarle 42 años de mi existencia al trabajo de bibliotecaria'. Y es que aunque no formamos propiamente una unidad docente, sí educamos a partir de las recomendaciones de buenas lecturas", comenta emocionada a 26.

Aunque se jubiló en el 2022, atesora gratos recuerdos de la profesión que abrazó gran parte de su vida. “Cuando me otorgaron la condecoración, tenía 40 años de trabajo vinculada a la Bibliotecología y era la directora de una biblioteca provincial con más calendarios en ese cargo (más de 20)", aclara.

Pero ¿cómo llegó Carmen a perfilar sus horizontes laborales? Así nos cuenta: "Ramón -el mayor de mis hermanos- trabajaba en la Dirección Provincial de Cultura de Santiago de Cuba, dirigida por Víctor Hugo Parés, quien era su amigo. Este dijo: 'Ella, que tanto ama a los libros, lo mejor que puede hacer es hacerse bibliotecaria'. Así que fui para Santiago de Cuba y me gradué como Técnico en Bibliotecas. En septiembre de 1979 vine a cumplir servicio social en la biblioteca provincial José Martí. Y ahí me quedé hasta la jubilación".

Coincidentemente Parés, de procedencia tunera, retorna al Balcón de Oriente y asume aquí el liderazgo de la Dirección Provincial de Cultura, cuando ella cumple un año de desempeño en la institución del saber. "Viste, que tenía razón", le diría luego él. Esa era su vocación. Pero no se conformó y siguió superándose. Así pasó, a través de cursos por encuentros, la Licenciatura en Filología y, después, se convirtió en Máster en Desarrollo Cultural Comunitario.

Confiesa que, como no es de hablar mucho en público, nunca se imaginó como timonel de la institución fundada el 28 de enero de 1951, esa que hoy lidera el escritor Armando López Carralero. "En la época en la que trabajé allí fue dirigida por Carlos Zamora y, luego, por Sandra Mustelier. Pero esta última, en un evento Cultura y Desarrollo, acaecido en el Palacio de las Convenciones, me manifestó que ella sabía que su mundo no era la biblioteca y que pretendían que fuera yo quien asumiera el cargo. Así, me hicieron el nombramiento oficial el primero de junio del 2001", comenta.

Muchos son los aportes de esta martiana al frente de la Biblioteca Provincial y entre ellos figuró fomentar las casas bibliotecas (pequeñas colecciones de libros que tenían las personas en sus hogares), siendo pioneros en diseminar esa opción de lectura en el país, según refiere. "Llegamos a contar con un centenar, gracias a promotores culturales, bibliotecarios jubilados y otros", dice.

Varias son las anécdotas que acumula, y no es para menos. Tanto fue el amor por su labor que localizaba rápidamente libros en los estantes sin necesidad de una ficha y no pocas veces se encomió su trabajo a nivel nacional.
Por otro lado, desde el finales del 2015 hasta la actualidad, se desempeña como presidenta de la Sociedad Cultural José Martí (SCJM) en la provincia. Desde este frente continúa defendiendo nuestra historia y cultura.

No descansa la ideadora de la jornada De Vicente García a José Martí, pues sabe que aún quedan muchos desafíos. Algunos de ellos como que la SCJM disponga de una sede y se les dé el lugar que ameritan hechos, sitios y figuras locales.

Feliz porque las personas la feliciten en la calle por obtener la Distinción Por la Cultural Nacional, se despide con una recomendación a la lectura, esa que "nutre de conocimientos, espiritualidad y nos convierte en mejores personas".