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guillermo vidal cuba

Las Tunas.- En una entrevista Guillermo Vidal dijo: "Yo soy un ser normal, casi normal". ¿En qué consiste tu anormalidad?, le preguntó la periodista. A lo que él respondió: "Solo dedico tiempo, que otra gente dedica a otra cosa, a escribir". Hoy se cumplen 20 años de su partida física y su estampa sigue viva, no solo en la literatura, sino en el recuerdo de quienes tuvieron la dicha de conocerlo y les parece verlo, un día cualquiera, desandar las calles de nuestra ciudad con sus sandalias y barba copiosa, cercano a la gente común, a los marginados.

                                          EL MAESTRO QUE FUE Y ES

Si yo hubiera sido alumna suya, quizás le escribiría algo así: Querido profe, no quiero creer que te fuiste a jugar en otra dimensión con Azabache, a ingeniar travesuras junto a Toño... Pero no fui alumna suya y me queda la enorme tarea de imaginarlo a partir de las palabras de otros, de recuerdos ajenos. Y por eso me hallo en Buena Vista, sentada en un balance, conversando con una profesora emérita de la Universidad de Las Tunas; una señora que sí fue su alumna y que me cuenta, a veces con ojos aguados, sus vivencias...dossier guillermo vidal

Amanece y son tiempos vidalianos. Ligia Magdalena Sales Garrido vuelve al aula, se sienta en una silla y atiende, inevitablemente absorta, al profesor. "Nos impartía Literatura Latinoamericana. Gracias a él conocí a grandes escritores. Era muy exigente. Hacía comprobaciones de lectura. Preguntaba: '¿Cómo empieza la obra...?'. Un estudiante iniciaba y luego nos mandaba: 'Continúa, continúa...'. O nos interrogaba: '¿Qué dijo el personaje en tal situación?'. Había que leerse el texto. Nos obligaba a estudiar; nos enseñó a amar la literatura".

Ella, hoy doctora en Ciencias Pedagógicas, también tuvo la dicha de haberlo tenido como tutor de una tesis sobre el autor de Pedro Páramo. Tiempo después, hasta escribió el ensayo "Dos grandes de la literatura latinoamericana: Guillermo Vidal y Juan Rulfo". "Hay puntos de contactos en ambos y uno de 'ellos' es la maestría en la aplicación de las técnicas narrativas. Su utilización para la creación de relatos resulta diversa, novedosa y con un sello que los identifica. Reflejan situaciones histórico-sociales, características identitarias, a partir de las relaciones socioculturales propias del contexto vivencial", apunta.

Quien rubricó Matarile -además- fue su compañero de trabajo, ya graduada de Licenciatura en Español-Literatura. "Siempre estaba dispuesto a colaborar. Era una persona sencilla, ávida de conocimientos, comprensiva, pero a la vez exigente. Le gustaba que el profesor fuera preparado al aula. De él aprendí el amor por leer, investigar y hacer análisis literarios...". Luego reconoce el apego a su terruño y me enseña varios libros que le dedicara a ella y a su esposo.

Para la también docente y escritora Maritza Batista fue igualmente placentero recibir clases de Vidal. Tanto ella como su compañero de vida, Antonio Gutiérrez (fallecido) estuvieron entre sus pupilos. Pero prefiere no hablar de los múltiples premios que obtuvo él ni de cómo fue una especie de puente entre los narradores de los años 80 y la etapa posterior. Así que, siguiendo el hilo de Ligia, comenta: "Siempre fue muy Guillermo, no llevaba al aula un plan de clases como tal, sino un pedacito de papel con algunas notas, quizás el asunto y la obra a analizar. Sin embargo, tampoco los superiores se lo exigían porque, al visitarle su clase, era de los mejores. Fue uno de los primeros de nuestro Departamento de Español-Literatura en hacerse profesor auxiliar. Incluso, cuando empezó Universidad para Todos, estuvo entre las personalidades que dieron clases por la Televisión acerca de Técnicas Narrativas. Fue todo un lujo tenerlo como profesor y, luego, ser su compañera de trabajo.

maritza batista foto t21 archivo"Asimismo, del tiempo en el que me desempeñé como jefa del Departamento de Literatura en el Centro Provincial del Libro y la Literatura (CPLL), recuerdo que llegaba hasta allí y se sentaba sobre una mesa, lo mismo a hacer un chiste que a cantar una canción cristiana. Eran tiempos difíciles y no siempre podíamos pagarle a los escritores lo que se merecían, pero él decía: 'No importa, Maritza, no importa'. También hay que verlo como promotor y maestro de la narrativa aquí, pues en torno suyo se creó todo un movimiento de narradores jóvenes, motivados en su ejemplo. Además, impulsó eventos importantes en Las Tunas como un encuentro de narradores cubanos y un premio de cuentos de amor".

No es de extrañar, entonces, que alrededor de la obra de Vidal se hayan realizado varias investigaciones. Una de esas motivó a una estudiante de Letras de la Universidad de Oriente, oriunda de Las Tunas, a acercarse para su tesis a la novelística de Guillermo Vidal Ortiz desde un enfoque intertextual. Se trata de Bárbara Anialkys Caballero Ramírez, licenciada en el 2012.

"Hice un análisis de elementos intertextuales percibidos en las novelas Matarile, Los cuervos y El mendigo bajo el ciprés, a través de las categorías narratológicas ideología, trama y persona. Además, en la investigación se defiende que su obra es patrimonio inmaterial, pues se inscribe como exponente imprescindible de promociones literarias en Cuba, en los años 80 y 90".

escritores las tunas

Partiendo de entrevistar a conocidos del Guille como Margarita Céspedes, Pedro Cancio y Diadenis Pupo, que confluyen en sus textos, la joven hizo su estudio, esbozando ideas significativas al estilo de esta: "Como resultado de la dialéctica entre el hombre y el medio, la comunidad y el territorio, propia del patrimonio cultural, su literatura, es rica en premios y reconocimientos y carece de una labor crítica literaria nacional, aún, cuando dicho autor, es reconocido como uno de los mejores exponentes de la narrativa contemporánea".

Por eso, seguir ahondando en la vida y obra vidalianas resulta necesidad, es la figura que revolucionó la narrativa cubana del siglo XX. No en balde el escritor Carlos Esquivel, impulsor de la jornada que desde aquí le rinde tributo a ese autor, afirmó tiempo atrás a 26: "Tenemos la obligación respetuosa y admirada de seguir la batalla por promover la obra de este extraordinario escritor y que esto llegue a todas las zonas de la vida social y cultural posible. Es un hombre que trascenderá cualquier época, porque las épocas no pueden apresarlo".