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Las Tunas.- Lázaro Rojas Pérez tiene 20 años de edad y lleva por dentro el orgullo de nacer en la tierra de El Cucalambé, Vicente García González y Kike y Marina.

Me cuenta que, cuando era pequeño, su madre trabajaba como auxiliar de limpieza en la casa de cultura Tomasa Varona y fue precisamente entre sus paredes donde descubriría esa chispa que hoy define como: “El arte, mi luz”.

actor3“Luego pasó el tiempo y mi madre dejó el empleo. Entonces me alejé de ahí, pero en la escuela me uní rápidamente a la Brigada de Instructores de Arte José Martí. Hasta que un día una persona especial llamada Yennis Reyes (La China), madre de una compañera de aula, me tomó de la mano y me llevó nuevamente a la casa de cultura.

"Así pasé a formar parte de La Colmenita del Balcón, dirigida por Kisbelis Oduardo. Fue un período muy útil, pues pude desarrollar dos manifestaciones imprescindibles para mí: la danza y el teatro". Aunque se considera un bailarín frustrado, se alegra de haber abrazado el maravilloso arte de las tablas.

"Ya en séptimo grado me entero de la existencia de una escuela de actuación que lanzaba convocatorias de ingreso y es ahí cuando comienzo la preparación para los exámenes de aptitud. Con la guía de Yúnior Pérez, en ese tiempo profesor de La Colmenita, y luego de dos graduados de la especialidad, seguí tras mi sueño. Por cuestiones relacionadas con voz y dicción, no aprobé inmediatamente las pruebas. Pero insistí y en décimo grado entré a la academia profesional de arte Manuel Muñoz Cedeño, de Bayamo, Granma".

Lázaro obtuvo los 100 puntos en su ejercicio de graduación acaecido el 28 de mayo pasado. Presentó la obra Te espero del otro lado, escrita y dirigida por el camagüeyano Freddy Núñez Estenoz, director de Teatro del Viento. Mientras, la actriz tunera Elizabeth Borrero fue la asistente de dirección, devenida tutora del joven.actor2

"Una de las cosas más importantes es cómo, a pesar de su juventud, pudo asumir un personaje con la complejidad y madurez de Róger, un hombre con trastornos de conducta. Su entrega y responsabilidad a la hora de construir e interpretar su personaje para nada se vieron minimizadas por la labor de los actores experimentados que conforman el reparto de la obra", significó la destacada teatrista, quien se siente feliz porque, además, “se sacrificó mucho y continúa sacrificándose. Es un niño especial. Su calidad artística está aparejada a su condición humana. Es un actor con magia en el corazón”.

Ella ha guiado a varios noveles talentos. Que una artista de su calibre emita ese criterio le llena a él de entusiasmo y lo revierte en agradecimiento: “Ser guiado por una excelente actriz me colma de orgullo. Estoy contento de nutrirme de sus conocimientos y aprender de todo el empeño que debemos poner a este oficio, a pesar de no tener las condiciones infraestructurales idóneas como es el caso de la sala Blanca Becerra, sede de Total Teatro. Elizabeth me ha enseñado valores éticos que me han convertido en mejor persona".

Asumir una estética teatral que denote dominio y compromiso son sus derroteros, eso dice mucho. "En cuanto a mis proyectos de vida te cuento que, luego del Servicio Militar, pretendo terminar mi servicio social en Total Teatro y, después, seguir los estudios en el Instituto Superior de Arte (ISA)”.

Lázaro es un ejemplo de joven apasionado, que lucha por sus metas a capa y espada. Esos son los bríos que ameritan estos tiempos. Por eso, no me resultaría extraño que en un futuro (como desea) se adentrara en el mundo de la dirección y quién sabe si hasta tenga su propio grupo, ya veremos. Por el momento, superarse es la mejor garantía.