Las Tunas.- Verla, con su pamela y elegante hablar, siempre ha sido motivo de alegría para los hijos de esta tierra. Ella ha sabido dibujar con su arte los horizontes de la literatura, la narración oral, la artesanía… Hoy está en México temporalmente, pero no olvida su comarca oriental y nos regala una expo como constancia: Desmelenadas, simbiosis entre poesía y artesanía.

Lesbia de la Fe Dotres integra la Asociación Cubana de Artesanos Artistas (ACAA) desde hace años. De sus manos han salido animales de lana y aguja, interesantes muñecas tradicionales cubanas y otras propuestas exhibidas, por ejemplo, en la escuela profesional de arte El Cucalambé, en el Comité Provincial de la Uneac (organización a la que pertenece), la casa de cultura Tomasa Varona y en eventos como la Jornada Cucalambeana.

“Esta vez, 10 desmelenadas nos acarician la vista. Así llama a esta serie de muñecas artesanales, en alusión a la prisa que caracteriza a las mujeres. Realizadas en fieltro y lana, con técnicas textiles de bordados en puntos tradicionales; cuyos colores vivos y contrastantes le insuflan energía, vitalidad… Los poemas impresos se sostienen al soporte con alfileres, para reforzar el concepto de manufactura”, explica la crítica de arte Bárbara Carmenate.

La expo, compartida por la Fundación Nicolás Guillén durante la 54 Jornada Cucalambeana, aún recorre la red social Facebook como una especie de abrazo virtual al arte y el Balcón de Oriente. A esta personalidad de la Cultura cubana la tradición artesanal le llega por parte de la familia materna. Me cuenta que teje, borda, cose y confecciona muñecas desde la niñez.

Ha impartido más de una decena de talleres de muñequería y títeres organizados por el Sistema de Casas de Cultura, la Oficina Cieric-Uneac, proyectos como Callejón de la Ceiba (del cual es fundadora), instituciones educativas y otras entidades. Además de participar en eventos como el Salón de Mujeres Creadoras que se realiza en Las Tunas.

Amén del dominio de la técnica, se preocupa por el detalle singular en los trabajos. A lo largo de su carrera, más allá de realizar muñecas textiles de diferentes tamaños, ha llevado a esta experiencia artística una representación de obras de la literatura infantil, en las que nunca falta la clásica muñeca negra textil. Pero también “da vida” a sus creaciones en materiales como pomos y tusas de maíz, en remembranza a juegos practicados por niñas de diferentes épocas.

Sin embargo, la autora del primer texto que marcó la literatura infantil de Las Tunas (Abracadabra y el abuelo, 1992) no deja de superarse. El Museo de Arte Popular de México, por ejemplo, la acogió en el 2016 durante un taller en el que recibió conocimientos sobre técnicas de cartonería y piñatería de ese país. Asimismo, se interesa por los cursos vía Internet que le permiten acercarse a tópicos como la ilustración de historias con papel.

La “tía Sofía” de los infantes tuneros ha elaborado títeres y retablos para sus presentaciones, incluso, obras abstractas, bordadas e iluminadas. “Creo que el arte no tiene límites para su promoción y la poesía menos. Hay que llevar lo mejor a las personas y promover la creación de las féminas”, añade la también promotora cultural y dirigente.

De hecho, considera que la literatura y la artesanía se complementan en ella y enuncia su cuento Fuló (publicado por la Editorial de la Mujer), que nace motivado por una de sus muñecas negras, a su vez inspirada en versos de Luis Carbonell, el Acuarelista de la Poesía Antillana.

“(…)- ¡Oh Fuló! ¡Oh Fuló!
quedó luego de mucama,
para cuidar a la señora
y planchar la ropa del señor”(...).

Esta vez los frutos de sus manos se acompañan por obras de poetisas tuneras. Además de ella, participan las autoras Yuslenis Molina, Niurbis Soler, Eyexi Ricardo, Ana Pérez, María Liliana Celorrio, Yelaine Martínez, Irisandra Figueredo, Marina Lourdes Jacobo y Martha Rosa Fernández. Todas con poemas que desnudan las interioridades del sentir femenino.

“Las oyes cómo piden realidades/ ellas, desmelenadas, fieras”, dijo Pedro Salinas. Lesbia lo cita e interpreta, junto a sus coterráneas. Así, al calor de la espiritualidad y el lirismo, entre fieltro, lana, aguja y poesía, nos miran seres mágicos. ¡Cuidado!, pueden descoserte el alma.