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guille vidal

Las Tunas.- Hasta mañana transcurre en Las Tunas la Jornada Nacional de Narrativa Guillermo Vidal, esta vez marcada especialmente por el 70 cumpleaños del autor de Matarile, figura indiscutible de la cultura cubana.

Entre los empeñados en el éxito de la cita está Carlos Esquivel, el escritor que siempre destaca la influencia del "Guille" en muchas generaciones y el reconocimiento a todo lo que su obra transformó dentro de las letras del país.

Entre los aciertos del Comité Organizador estuvo el arte de aglutinar. Un sueño que es posible si se trabaja en equipo. “Los días han estado marcados por presentaciones de libros, lecturas de textos y el plato fuerte, la premiación del Concurso Nacional Guillermo Vidal. También han sido una muestra de cómo la literatura puede unir a grandes proyectos artísticos. Por eso, la juntamos con el jazz, la música de concierto y el suculento plato de los narradores orales tuneros contando algunos cuentos de Vidal.

“Los municipios de Manatí, Colombia y Puerto Padre e instituciones como el Centro Provincial del Libro, la Asociación Hermanos Saíz y la Casa Iberoamericana de la Décima se han sumado a las actividades y esto engrandece y le da un corpus más profundo al evento”.

Con más de 12 ediciones ya, la Jornada es un homenaje lúcido al narrador que nació un 10 de febrero y se nos fue temprano. Hablar de él en Las Tunas despierta nobleza y carácter.

“Era como una especie de mago, que transformaba todo lo que tocaba. No me siento tan cercano de manera tangible a su influencia literaria, en el sentido de que yo esté marcado por una técnica o corriente de su obra; pero sí estoy influenciado por muchas otras cosas.
“En primer lugar, por el ser humano que fue, valiente, altruista; me marcó desde las primeras relaciones de conocimiento común. Indudablemente, lo que hizo en la literatura cubana fue inmenso, porque cambió una literatura fofa, demacrada, antigua, obsoleta, inamovible y le dio vitalidad, mirada lúdica, un divertimento nada forzoso; le dio oxígeno. Y eso me encarriló, me condujo a ciertas búsquedas que hoy son imprescindibles en mi vida”, confiesa Esquivel.

Así era el “Guille”. Y de él se habla siempre en Las Tunas. No solo por el escritor de alto vuelo que fue; sino por el hombre noble y determinado que todavía, desde sus libros, nos habita.