Las Tunas.- De aquel niño que, escondido bajo la cama de su abuela disfrutaba de las viñetas de humor en la revista Bohemia, queda mucho más que el recuerdo. El tiempo lo convirtió en adulto, pero no pudo apagar al pequeño soñador que lo habita; por el contrario, Antonio Medina Segura (Antoms) regresa una y otra vez a la infancia a través de sus caricaturas. Así lo confiesa mientras deja entrever esa pasión suya que lo impulsa a aventurarse en los proyectos, y apartar los obstáculos.

“Para mí es el arte más hermoso. Buscamos las esencias, ese niño interior que nadie ve, entendiendo que las imágenes hablan más que mil palabras. Me divierto mucho con la gráfica y quiero ver esa inocencia oculta, a pesar de las complejidades y deseos no cumplidos. Y la caricatura es eso: sacar a las personas de la realidad e invitarlas a un mundo de fantasías, en el que puedan disfrutar un rato y llenarse de esperanzas”.

Por estos días, a Antoms le nació un “hijo nuevo”, una suerte que comparte con el artista Raúl Leyva Pupo (Reyva) y María Sao Rodríguez, desde la Fundación Nicolás Guillén, situada en el centro cultural Huellas. “Nos dieron ese espacio para hacer una galería de humor, tras los dos años de pandemia. Rompimos el hielo con la exposición Cristal de aumento 2.0, en la que mostramos obras dedicadas a Jesús Orta Ruiz (Indio Naborí) a propósito de la edición 55 de la Jornada Cucalambena”, refirió.

En cada pieza, los artistas dejan plasmada su visión del principal impulsor de la Fiesta del Campesinado Cubano. Al respecto, Reyva comentó que la mayoría son caricaturas personales sobre cartulina con técnica mixta, y diversas dimensiones. Para dicha de sus hacedores recibieron a Fidel Orta, el hijo del Indio Naborí, un encuentro emotivo del que surgieron ideas para futuras colaboraciones.

El proyecto, denominado Reyva y los Antoms, pretende realizar varias actividades en estos meses, explica Sao Rodríguez. “Tenemos varios interesados para colaborar en nuevas exposiciones durante el verano. Faltan muchos detalles, pero contamos con el apoyo de la Unión de Periodistas de Cuba, la Dirección Provincial de Cultura y la Fundación Nicolas Guillén. La intención es que por esta sala pasen los mejores exponentes de humorismo gráfico, tanto de Cuba como del mundo.

“Queremos dedicar un espacio a los libros y esculturas de pequeño formato de humor, y también llevaremos nuestras publicaciones en la revista Quehacer. Es importante que las personas conozcan que en ese lugar estaremos haciendo caricaturas como parte del proyecto”.

La nueva galería, asegura María Sao, es la materialización de un sueño que ofrece otra oportunidad a los humoristas gráficos de llevar sus mensajes al público tunero. Enhorabuena para quienes desde el arte convidan a reflexionar, provocan risas y devuelven ese niño que llevamos dentro.