elefanta Tana

Puerto Padre, Las Tunas.- En Puerto Padre, como en muchos pueblos, la llegada del circo se convertía en un acontecimiento popular, recreativo y cultural. Desde la entrada de los carros con remolques donde venían los artistas y los animales todo era algarabía. Los muchachos detrás de ellos gritando y acompañándolos hasta la zona de La Playita, que era en las décadas de 1970 y 1980, las que recuerdo, donde se ubicaban. Después vendrían dos momentos, uno armar toda esa gran carpa y el otro, la divulgación. Payasos y carros por la calle promoviendo la función.

elefanta Tana y entrenadorA esta ciudad y a las vecinas comunidades llegaron varios circos. Anécdotas, miles. Desde las funciones, la alegría, los miedos, hasta la muchacha que se fue con uno de los artistas. Pero hubo una que marcó para siempre la historia del circo en Puerto Padre y fue cuando murió la elefanta Tana.

Esta "artista circense" era toda una leyenda. Perteneció a la familia Montalvo, quien la compró para su circo en la década de 1930. Fue adquirida junto a otros animales en la ciudad de Boston, en los Estados Unidos. En el guacal que venía había una inscripción: Crasy, que al traducirlo significa loca, o sea, decían que el animal que en él venía estaba loco. Alguna razón tendría. Solo medía metro y medio de alto.

Al singular elefante en el núcleo familiar le pusieron por nombre Tana, por ser de origen africano que coincide, presumiblemente, con el del río Tana, el mayor de la región de Kenia en el África Oriental. Sus inicios en el circo fueron en la década de 1940 y quien se encargó de su entrenamiento fue Severino Ruiz, de origen español, utilizando para ello el idioma inglés, tal vez por el lugar donde fue adquirida.

El capitán Ruiz falleció en 1959. Santiago Bravo pasa a ser el domador de la elefanta y también de los leones hasta 1963, cuando asume ese rol José Piñón Carballo (Pepe del Valle), quien por casi 20 años se encargaría de su entrenamiento, el que tuvo que ganarse la confianza de ella obsequiándole caramelos porque la comenzó a entrenar en español. Quien se ocupaba de su cuidado era apodado Manzanillo, por el lugar de donde procedía.

"Estuvo con ella desde los años '40 hasta que le tiró la primera pala de tierra encima -nos cuenta Hilda Venero, historiadora del Circo en Cuba-, un gran hombre que amó, cuidó y defendió a Tana como si fuera su hija y aseguraba que no era loca, por el contrario, era una elefanta muy tierna a pesar de algunos maltratos.

Entre las actuaciones más significativas de Tana en esta etapa está la realizada en el espectáculo del Circus Show en el cabaré Tropicana, en 1954, y en una propaganda para el ron Bacardí. Existe una evidencia documental sobre la visita del circo Montalvo a Puerto Padre en 1959, en la que aparecen varios vagones que transportan algunos animales. En el dorso de la fotografía se lee: "Circo Montalvo con sus fieras: leones y elefante". Según la citada historiadora, se trata de una cabalgata y quien la encabeza es Tana, pues "era el único elefante de circo adiestrado que quedaba en el país". 

Al desintegrarse el circo Montalvo, los hijos de sus dueños se distribuyeron las propiedades y Alberto (Lalo) se quedó con la elefanta. Montó entonces su espectáculo con el circo Montalvo-Pubillones. Tana estuvo un tiempo en una finca a las afueras de La Habana, hasta que en 1962 se fomenta lo que sería el Gran Circo Nacional, auspiciado por el INIT, considerado el primer circo socialista y da su actuación inicial el 12 de febrero. Dentro de los "artistas" del espectáculo estaba Tana, considerada la "pequeña gran estrella de la pista" y a esa actuación memorable asistió el Comandante en Jefe Fidel Castro. Lalo pasa a trabajar en esta nueva institución cultural.circo

En 1968 se interviene el circo y se crea el Circo Nacional de Cuba. Desde entonces Tana integra su espectáculo junto al entrenador Pepe del Valle. Como asistentes hubo varias mujeres, pero ninguna la amó tanto como Nancy Correa, conocida en el mundo del espectáculo como Azuquita.

Tana era intranquila, corría detrás de las personas, un poco agresiva, pero con su domador se comportaba amablemente y en la actuación era una "gran estrella", cuenta Reinaldo Hernández, Premio Nacional de Arte Circense 2020 y descendiente de los Montalvo. En esta etapa, Tana realizó actuaciones en el cabaré Santiago de Cuba; en la Televisión Cubana y en la Feria de la Juventud ubicada en la avenida de Rancho Boyeros (establecida en 1964).

Pobladores de Delicias cuentan que en la década de 1960 el circo INIT dio una función en el terreno que ocupa el estadio y que la elefanta Tana puso a correr a todos los que estaban en la función, dejó de obedecer y salió corriendo, y que Bertha Cosme, vecina de ese poblado, se trepó en el palo mayor de la carpa. Había quienes gritaban y lloraban, corrían con los zapatos en las manos y a veces solamente con uno, buscando refugio en casas y establecimientos. Llegó hasta la línea del ferrocarril y regresó a la carpa. Al otro día corrían de boca en boca las historias sobre lo sucedido, especulaban y fantaseaban, muchas de ellas hoy perduran en el imaginario de los delicienses.

Algunos años más tarde llegó el Circo Nacional de Cuba a Puerto Padre y en medio de la actuación la elefanta se desplomó, intentaba pararse, pero no podía. Enseguida se desalojó la pista y se fue apartando el escenario para ayudarla, pero en vano. Toda la noche estuvieron en vela el personal del circo, los agentes encargados de la seguridad del espectáculo y los veterinarios, intentando curarla. Afuera, la noticia corrió de boca en boca y en el pueblo no se hablaba de otra cosa, los muchachos corrían hasta donde estaba la carpa para curiosear.

El médico veterinario Eduardo Rey Batista, quien en ese tiempo estaba de director de Veterinaria en funciones, cuenta que la causa de la muerte fue "un mal manejo de su alimentación, al darle una cantidad excesiva de king grass nuevo que tiene mucho contenido en agua y eso le provocó unas diarreas intensas. Ya ella venía en un estado deplorable por el mal manejo, el sobretrabajo, las pocas atenciones y las diarreas le provocaron un proceso intenso de deshidratación". elefanta Tana muere

Dice que cuando llegó el servicio veterinario, la elefanta estaba postrada en el suelo. La intentaron hidratar con sueros, pero era la primera vez que se atendía un animal de esa especie y era muy difícil encontrarle la vena tradicional como a otros mamíferos. Se encontró una vena de grueso calibre cerca de la oreja y por ahí se le pasó el suero.

Tuvo indicios de recuperación, pero no resistió y murió. Era el 29 de noviembre de 1981. Por tratarse de un animal comprendido dentro de la categoría de animales de fauna se avisó urgente a la Dirección Provincial de Veterinaria, que llegó en horas de la noche. Se le hizo la necropsia y se tomaron muestras para descartar cualquier proceso infeccioso. Varios técnicos de campo o del laboratorio fueron asistiendo en la preparación de los sueros porque fueron varios litros de solución salina.

Se enterró en la intercepción del puente del río Parada y la carretera que va hacia Manatí, a la derecha. Con los resultados negativos de las muestras enviadas al laboratorio, se accedió a la petición del Ministerio de Cultura de desenterrarla para en un proceso de taxidermia convertirla en una pieza museable.

En el proceso de enterramiento llegó Loraine Villamar, quien asumía la dirección de Patrimonio, para proceder a sacarle la piel y la osamenta para un futuro montaje museográfico. Flérida Casamayor Cruz, directora de la Sala de Ciencias Naturales de Puerto Padre, se había comunicado con Loraine con tales propósitos. Se procedió a recuperar la piel, la que se trasladó hacia Las Tunas y fue depositada en una de las neveras de la Pesca Provincial. El proceso de conservación de la piel no fue efectivo, cayó en un estado de putrefacción y no se pudo recuperar. La pieza obtenida era muy grande y llevaba mucho material de conservación, sobre todo formol, que podía ser perjudicial para los que realizaban el proceso y fue enterrada dentro de una arboleda en el camino viejo hacia El Cornito, en Las Tunas.

osamenta de elefanta Tana

La osamenta fue sacada tiempo más tarde y se encuentra dentro de los fondos del Museo Municipal. Se quiso montar junto a la ballena Jubarte en dicha institución, pero la osamenta estaba incompleta, faltaban algunos huesos, los cascos y la cabeza había sido dañada al tratar de sacarla por el operador de la retroexcavadora. Flérida quería tener en el Museo los dos animales más grandes, el de la tierra y el del mar.

Tana sigue siendo leyenda en Puerto Padre, forma parte del recuerdo popular, por lo que significó su muerte. Pero hasta ese entonces, y hasta ahora en esta villa, pocos conocen la historia de esa gran estrella de circo.

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