Las Tunas.- La aparición del nuevo coronavirus ha exigido de la humanidad retomar con mayor conciencia el lavado de las manos, una medida sencilla y económica que puede salvar millones de vidas. A pesar de que estas son el vehículo portador de muchas infecciones, no siempre se higienizan con la frecuencia ni de la manera correcta.
Para entender mejor por qué urge mantenerlas limpias es preciso saber que ellas pueden ser la puerta de entrada de enfermedades tan graves como la hepatitis de tipo A, la meningitis y diarreas, que son la segunda causa más común de muerte en niños menores de 5 años.
Se conoce que las personas enferman cuando los virus y bacterias ingresan por la boca a través de las manos, que han estado en contacto con agua de consumo contaminada, las heces, alimentos crudos y utensilios sucios o con ropa manchada de excretas. Sin embargo, este ciclo puede ser interrumpido al higienizar las manos con jabón.
Esta sencilla práctica reduce, además, la incidencia de enfermedades cutáneas, de los ojos -como el tracoma- y las intestinales, sobre todo, la ascariasis y la trichuriasis.
Según los estudios, el descubrimiento del lavado de las manos como medida higiénica para eliminar los microorganismos ocurrió en la primera mitad del siglo XIX. No obstante, su historia ha estado sujeta a negaciones y olvidos, tanto así que los galenos que refirieron por primera vez la necesidad de hacerlo, antes y después de examinar a un paciente, no fueron reconocidos de inmediato por su aporte.
En Cuba, durante la tercera epidemia de cólera en La Habana, el doctor Carlos J. Fínlay estableció que quienes atendían a los enfermos debían lavarse las manos varias veces para eliminar las partículas de deposiciones coléricas. A partir de ese momento mucho se ha hecho en nuestro país a favor del empleo de las medidas sanitarias para prevenir los padecimientos transmisibles, tanto en el ámbito doméstico como en los centros asistenciales.
Actualmente, el SARS-CoV-2 ha reafirmado la necesidad de higienizar las manos. Sin embargo, no puede ser temporal ni desaparecer una vez que se controle la Covid-19; por el contrario, es preciso que sirva de experiencia para mantener esta práctica en el tiempo, y así evitar los contagios con microorganismos perjudiciales.
Los especialistas insisten en hacerlo de manera frecuente, con agua y jabón, sobre todo, antes de preparar y consumir alimentos, después de ir al baño y de entrar en contacto con secreciones (moco o saliva) al toser o estornudar y al regresar a la casa.
Cada 15 de Octubre se celebra el Día Mundial del Lavado de Manos, y este año el tema es “Nuestro futuro está a la mano-Sigamos adelante juntos”. Es esta una oportunidad para promoverlo y recordar su importancia en la protección de la salud.
