Las Tunas.- Las Antillas ya no es la heladería que mantenía una oferta estable casi todos los días de la semana y se caracterizaba por un producto de excelente calidad. Ahora la producción oscila entre 20 y 25 cubos de helado diarios, que salen de su propia miniplanta, por demás de tecnología obsoleta y sobrexplotada.
A partir de las 3:00 pm comienza la venta de helado a la población que a decir de sus dependientes no suele durar más de tres o cuatro horas. El resto del tiempo la cafetería de la unidad se ha impuesto el reto de mantener variedad de ofertas que le permitan la solvencia al colectivo de 38 trabajadores.
Niuris Verdecia, jurídica de la unidad empresarial de base (UEB) Las Antillas, comenta que en los últimos tiempos han elaborado jugos naturales, refrescos variados, incluso de chocolate; cocada en barquilla, dulce de naranja, casquitos de guayaba, fruta bomba en trozos, bolas de diferentes viandas, croquetas...
“Nos ha tocado hacer muchos convenios -aclara-. Y nos restan disímiles empeños por materializar. Por ejemplo, han subido bastante los precios del coco, para poder mantener la oferta de cocada en barquillas hemos planeado salir a comprarles directamente a los campesinos.
“Hemos trabajado en equipo y han salido buenas ideas. Comenzamos a vender chatino con refresco y boniato frito y esta cafetería se ha mantenido llena, incluso, estábamos entregando pedidos por el barrio. En la actualidad nos encontramos parados por falta de aceite”.
Maley Guerrero, económica de la unidad, asegura que se han propuesto revitalizar la entidad y darle vida los fines de semana. Para ello, en la tarde noche expenden masa de cerdo frita, viandas y bebidas. Con estas iniciativas, el mes pasado se logró vender un millón y medio de pesos.
“En el área del restaurante mantenemos estabilidad de las ofertas- puntualiza Maley-. Siempre que contamos con los recursos les vendemos a los consumidores una botella de vino, una caja de cigarros y demás productos similares, una especie de combo, aparejado al consumo.
“Nos gustaría que la unidad siempre estuviera llena, y que las ofertas nunca faltaran. Con respecto al helado, la población a veces se disgusta por la cantidad limitada que se comercializa y la poca variedad de sabores, pero eso no depende de nuestra voluntad. Lo que sí está en nuestras manos es seguir buscando alternativas para que Las Antillas sea un punto de referencia en cuanto a la estabilidad de las prestaciones”.
En el 2021, este complejo gastronómico fue de las unidades que cerraron el año con pérdidas. En lo que va del actual calendario, la UEB se desenvuelve con prosperidad y cuenta con utilidades que se traducen en mejores ingresos para sus trabajadores. Su meta es seguir avanzando en la autogestión y materializar convenios que garanticen la estabilidad productiva en los actuales escenarios de desabastecimiento de importantes materias primas.
