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maestra especial

Las Tunas.- "Yo disfruto enseñar a niños con síndrome de Down y más que una maestra me siento como una madre. Hay que poner todo el amor para trabajar con ellos y no es fácil, pero tampoco es imposible", declara Odalys Méndez Alarcón, educadora de Las Tunas, en ocasión de instituirse, desde el 2011 por las Naciones Unidas, el 21 de Marzo, como Día Mundial de las personas con esa condición.

La pedagoga que labora en la escuela especial Jorge Aleaga Peña tiene en su salón de Cuidados a la Primera Infancia a dos pequeños con esta alteración genética, quienes desde los primeros años de vida reciben una atención especializada.

"Todos los que han pasado por aquí se han aprendido los colores, las figuras geométricas, se ubican en el espacio…, además, les gustan las canciones, los cuentos, los títeres, captan todas esas actividades y aprenden, con mayor lentitud, pero aprenden", destaca Méndez Alarcón.

Las escuelas especiales constituyen una garantía para el desarrollo integral y la inserción social de los niños con síndrome de Down, opina esta maestra con más de cuatro décadas de desempeño en el sector.

"Si los padres los traen desde la primera infancia esa estimulación es muy útil para su vida futura. Es importante que la familia participe, se trata no solo del aprendizaje sino de que la familia eduque mejor a sus hijos y les dé la posibilidad de tener mayor autonomía, para eso desarrollamos dinámicas familiares", explica.

Desde que se matriculan en la institución, señaló, son objeto de un programa educativo organizado por etapas: primera infancia, preparatoria (similar a prescolar), y la enseñanza hasta culminar el equivalente a un noveno grado, tras lo cual comienzan a prepararse en algún oficio en otra escuela.

Precisó que debido a la incidencia de la Covid-19 y con el propósito de protegerlos, en la actualidad esos educandos no asisten al centro como de costumbre, sino que desde casa continúan con su preparación.

"Visito a mis estudiantes y oriento a la familia en las actividades que deben realizar, chequeo cómo van los niños en su evolución. Normalmente, en el salón trabajo con 10 pequeños con diversas discapacidades y organizo el proceso según grupos de edades; también busco mezclarlos para que entre ellos aprendan y se ayuden. Es muy bueno relacionarlos a través, incluso, de actividades conjuntas con los padres".

En la escuela especial Jorge Aleaga Peña, la labor de la maestra Odalys Méndez Alarcón se complementa con el de otras especialistas como la psicopedagoga Yoandra García, la logopeda Leycy Ávila, una nutricionista…y un colectivo en pleno que, sobre todo, pone mucho amor en una obra por el crecimiento y el pleno desarrollo de los niños con síndrome de Down.