Las Tunas.- Predecir cuándo se acerca un ciclón o un frente frío, anunciar la ocurrencia de nublados o tormentas eléctricas y estudiar el clima son las misiones de un pequeño grupo de especialistas que laboran en el Centro Meteorológico de la provincia de Las Tunas y en las estaciones ubicadas en esta ciudad y en Puerto Padre.

Para ellos, la jornada del 23 de Marzo, Día Meteorológico Mundial, es una más del extenso calendario, pues sus rutinas se repiten con observaciones de las variables meteorológicas cada tres horas y la oportuna información al pueblo mediante diferentes espacios de las emisoras de Radio y la Televisión local.

Su labor es elemental para el desarrollo económico y social del territorio, porque apoyan muchas tareas importantes como la protección de las personas y los equipos eléctricos, ante diversos fenómenos atmosféricos, y la producción de alimentos.

Más que decir cómo se comportarán las temperaturas, los vientos, a qué hora saldrá el sol o cuál es la fase de la luna, su labor se extiende a la secuencia de diferentes fenómenos que inciden en la ciudadanía; por ejemplo, el calentamiento global, la sequía y la aparición de enfermedades fitosanitarias.

Precisamente, esos aspectos se recogen sistemáticamente en el boletín agrometeorológico que realizan para que los campesinos y productores estatales sepan qué día sembrar o cosechar y cuáles son las plagas o enfermedades que pueden aparecer.

La entidad se ha convertido, poco a poco, en una parte indispensable del quehacer cotidiano de los tuneros y los pronósticos del tiempo acaparan la atención colectiva en cualquier espacio. De hecho, su efectividad está en 91,4 por ciento, por encima de la media nacional que hasta el cierre de febrero era del 90 por ciento.
Sobresalen, además, los servicios científico técnicos, el intercambio de información y las relaciones de trabajo con diferentes organismos como Sanidad Vegetal, el Cuerpo de Guardabosques, la Empresa Eléctrica, la Delegación del Ministerio de la Agricultura y la Universidad de Las Tunas.

Estos hombres y mujeres están en acción antes, durante y después de los ciclones tropicales, tormentas locales severas, lluvias intensas y los frente fríos. También, en los días de calor o en los que el frío cala los huesos, cuando nos invade el polvo del Sahara y en los eclipses, lluvias de estrellas y otros fenómenos.

Desde 1961, el Día Mundial de la Meteorología se celebra cada 23 de Marzo, pues en esa fecha de 1950 entró en vigor un convenio que transformó la antigua Organización Meteorológica Internacional, entidad no gubernamental, en la Organización Meteorológica Mundial, que tiene carácter intergubernamental.

Este año el lema es "El océano, el clima y el tiempo" y habitualmente el objetivo de la conmemoración es concientizar a la población mundial sobre la importancia del cuidado del clima como factor prioritario para la conservación de los ecosistemas y el desarrollo sostenible.