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ciudad 2023

Las Tunas.- Si hay algo que fortalece la autoridad de los órganos locales del Poder Popular y su confianza en el pueblo es la solución a los planteamientos que hacen los electores por diferentes vías.

La Ley 132 De Organización y Funcionamiento de las Asambleas Municipales del Poder Popular y de los Consejos Populares establece que los planteamientos son los asuntos que formulan los electores a sus delegados en encuentros ocasionales, en los despachos programados o en las reuniones de Rendición de Cuenta. Estos requieren de este una gestión o trámites para su atención y en caso de no tenerla, debe darse argumentada respuesta al elector.

De ahí que cada preocupación de la ciudadanía debe ser prioridad para la labor de los Consejos de la Administración y en el caso del municipio de Las Tunas se trabaja para resolver los señalamientos realizados por la comisión temporal de evaluación, que tiene que ver con la profundidad y el rigor en los análisis, la calidad en las respuestas, la morosidad en la solución, la certificación de los planteamientos, el vínculo con la base y la sistematicidad de los viceintendentes en los consejos de dirección de los organismos en los que se evalúa el tema.

Según la valoración de la Asamblea Municipal del Poder Popular en la cabecera de la provincia en el 2023, a pesar de que no se avanzó con el ritmo y eficacia que las condiciones actuales imponen y el tema requiere, hubo una mejor situación en correspondencia con la evaluación anterior; aunque en mi opinión, las comparaciones no ofrecen la eficacia en la solución de los problemas, y por el contrario, cada año hay que trabajar para dar respuestas a la mayor cantidad de planteamientos, sin buscar la satisfacción en el avance con el año precedente.

Por ejemplo, del séptimo período de mandato los planteamientos correspondientes a los procesos de Rendición de Cuenta ascendieron a tres mil 682, y de ellos se solucionaron dos mil 717 para un bajo 73 por ciento, y quedan pendientes 965, mientras que por la vía de los despachos se plantearon cuatro mil 919 preocupaciones o problemas, y se solucionaron tres mil 453, y mil 466 quedaron pendientes. Eso muestra cuánto queda por hacer para dar respuestas a los electores y sus comunidades.

Según establece la Ley, la esencia fundamental de las funciones de los delegados a las asambleas municipales del Poder Popular consiste en que, como representantes del pueblo, van a ejercer el poder estatal. Ellos, en su conjunto, ejercen gobierno, intervienen en las decisiones estatales que afectan a toda la comunidad; a través de esos representantes, las masas van a participar sistemática y regularmente en los asuntos y en la discusión y solución de los problemas.

Es decir, los electores, que tienen el poder primario, le otorgan al delegado el poder derivado para que los representen en sus quejas y opiniones. Y en este sentido, la falta de apoyo al delegado por las entidades administrativas ha sido una realidad por años. Esa persona que lucha por su comunidad, por el mejoramiento humano sin un solo recurso, no se siente acompañada por muchos directivos de entidades y organismos que ni siquiera se preocupan por los barrios, ni los visitan, salvo excepciones, claro.

Esto ha traído como resultado que no pocos hayan dejado de creer en los delegados, porque no ven la solución de los problemas, y no importa el esfuerzo si los resultados son pobres y tienen razón desde su punto de vista.

Entonces, lo que queda es una acción coherente de todos los directivos en función de los delegados y las comunidades, y no es opción, es deber, porque el acompañamiento a esos héroes casi siempre anónimos es la fórmula para el avance de los barrios, y cuando eso suceda, serán mayores las cifras de problemas solucionados.