Las Tunas.- Otra vez el último tercio de partido fue una trampa mortal para los Leñadores (incluido su cuerpo de dirección) y los Vegueros de Pinar Río completaron este sábado una remontada de tres carreras en el octavo episodio, para llevarse el triunfo 3x2 y asegurar ya el duelo particular ante Las Tunas en la 61 Serie Nacional de Béisbol.
Sorteando mil obstáculos, el zurdo Ángel Sánchez venía firmando su tercera buena salida consecutiva y su equipo ganaba 2x0 luego de 7.0 entradas completas. Seguramente, el abridor tunero tenía en ese momento un episodio por encima de lo que debería trabajar (6.0 capítulos es más o menos el límite para un iniciador), pero la dirección tunera no se conformó y lo envió al montículo también en el octavo acto.
Las consecuencias fueron inmediatas: un sencillo y un cuadrangular de Yaser Julio González bastaron para igualar de golpe el marcador y ya después el bullpen no pudo preservar la igualdad. Alberto Pablo Civil, José Adiel Moreno y Yaser Labrada se las ingeniaron para regalar par de bases por bolas y permitir otros tantos imparables, suficiente producción para que el equipo de Alexánder Urquiola tomara la ventaja de manera definitiva.
Ciertamente, la posición del cuerpo técnico tunero no es sencilla, ante la certeza de que sus relevistas siguen con una tendencia imparable hacia la inefectividad. Sin embargo, la tozudez de mantener a los abridores hasta que una conexión los hace explotar, priva a los apagafuegos de los beneficios de escalar el box comenzando la entrada, aún sin complicaciones a la vista.
El pasado 23 de febrero, al zurdo Yudiel Rodríguez fue igualmente demorado hasta el octavo inning, cuando Las Tunas ganaba 8x5 frente a los Cachorros de Holguín. En esa entrada, los holguineros le fabricaron otras dos anotaciones que cerraron el marcador y remataron luego con racimo decisivo de tres carreras en el noveno.
Un poco antes, el 20 de febrero, el propio Ángel Sánchez había permitido solo una rayita en 6.0 capítulos al conjunto de Granma, pero fue enviado a lanzar también el séptimo y soportó otras dos anotaciones. Para suerte suya y de su equipo, la diferencia era amplia y los Leñadores terminaron ganando 9x3.
El día anterior, también en la subserie ante los Alazanes, Alejandro Meneses debió mantenerse sobre la lomita hasta el séptimo capítulo y ahí los vigentes campeones de Cuba le marcaron par de anotaciones que cerraron la pizarra. Las Tunas se impuso en definitiva 10x8, pero no sin un buen susto en la parte final del choque.
Al margen de las múltiples exigencias que implica dirigir un equipo de béisbol, una verdadera “ciencia inexacta” en la que casi nunca las cosas son lo que aparentan, es cierto que implementar una filosofía de juego a la larga ayuda a encontrar el camino de las victorias. Si persiste la desconfianza en el cuerpo de relevistas, probablemente estos seguirán mostrando el mismo nivel inaceptable de este inicio de campaña.
Al mismo tiempo, como daño colateral, los abridores volverán una y otra vez a ver cómo la buena labor conseguida en las 5.0 o 6.0 entradas que deberían trabajar, se va por la borda cuando los obligan a un extra de otros 2.0 episodios que a fin de cuentas no está dando los resultados requeridos. Eso, y la acumulación de innings/lanzamientos en brazos que, en su mayoría, vienen de lesiones más o menos graves, o no están ahora mismo en plenitud de forma.
Ningún mentor tiene en su poder la fórmula del éxito, pero siempre será mejor opción la de hacer las cosas bien desde el puesto de mando y darle a cada pelotero la cuota de responsabilidad que le toca dentro del engranaje del equipo. Tomar buenas decisiones, aunque luego salgan mal, es mucho más inteligente que emprender una y otra vez los mismos caminos trillados, esperando ilusamente que conduzcan a un lugar distinto.
