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Las Tunas.- Bulevar tunero, 7:53 am, día cualquiera de julio del 2020. Ada Irma tiene 68 años y asegura que se ha especializado en hacer colas, no por decisión propia, sino porque no cuenta con los recursos para adquirir los productos de primera necesidad a sobreprecio. En la fecha pactada ella llega a eso de las 4:00 de la mañana al centro histórico. Vive en las cercanías del Aeropuerto y le toca caminar bastante, “de hecho, esa noche no pega el ojo”.

Se acerca a la Casa Azul o a La Gumer, siempre hay alguien que le alerte de cómo va la “cosa” y la mayoría de las veces le dicen que la cola ya existe hace 10 horas; sin embargo, ella no cree en “cuentos chinos” y se queda allí. Ada Irma confiesa que no puede hacerlo todos los días, porque los huesos ya no le dan para esos trajines y la rodilla derecha le duele “como si tuviera un perro pega´o”. Pero no le queda otra, vive con su hija y su nieta, tres mujeres solas y ella es la más apta para comprar aceite, pollo y detergente; lo demás es puro lujo a lo que no aspira.

Metros más allá, Yusnabi baja a su niña de 1 año y medio para tomarse un descanso. Le da agua y la nena no deja de repetir: “Cómprame un caramelo azul, cómprame uno…”. Está allí desde hace más de una hora y ya marcó para pasar como madre con hijo pequeño, pero aun así tiene muchísima gente delante, porque entre impedidos y embarazadas y “de todo un poco” la experiencia le dice que más o menos al mediodía volverá a su casa.

“Tuve que traer a la niña para poder comprar, hace rato que se me acabó el aceite y no puedo pagarlo a 100.00 pesos en Revolico. También necesito jabón, detergente, imagínate, yo lavo a diario; y tampoco voy a darle 50.00 pesos a nadie para que me cuele. Me toca castigar a la niña, no queda más opción”.
Las bromas de Ada Irma no se escuchan ni se siente a la pequeña de Yusnabi cuando se abren las puertas.

“Esto parece una película del oeste. Y siempre son las mismas caras, arman una chusmería para que la gente no proteste y marcan para 10 más. Apenas salen se te acercan y te proponen los productos. Yo he comprado el pollo frente a la tienda en 15.00 CUC, les doy el gusto, pero llevo algo para la casa”, afirma Elba, vecina del reparto Aguilera.

“Oye, esto es indignante, yo estoy aquí desde antes de las 6:00 de la mañana y los primeros meten delante a sus socios, que no son ni uno ni dos, y llegan fresquecitos y compran primero. Esos son los mismos que después promocionan el champú y el acondicionador en las redes sociales a 15.00 dólares cada pomo”, dice Yenney, profesora.

ARRECIA EL ENFRENTAMIENTO 

Desde el lunes pasado, en el país comenzó una suerte de cruzada contra los delitos que florecen a la sombra de las colas. Arcadis Estrada Rodríguez, al frente de la Dirección de Inspección Estatal (DIS) en el municipio de Las Tunas, comenta que en el contexto actual se han puesto en vigor 25 medidas concretas para accionar en el territorio.

“Conocemos lo que está sucediendo y hemos actuado en correspondencia - puntualizó el directivo-. Siguiendo las indicaciones de las máximas autoridades hemos definido 37 escenarios tuneros que son vulnerables a las ilegalidades y, por tanto, se han creado igual número de destacamentos para operar en estas áreas y desarticular cualquier actividad delictiva.

“Los grupos están integrados por miembros de los CDR, la FMC, la FEU, Comercio, el Minint, la Asociación de Combatientes e inspectores de la DIS. Cada cual labora en un entorno determinado, ya sea tiendas de las cadenas Cimex y Caribe que farmacias, mercados agropecuarios y otras unidades comerciales. Estamos utilizando la aplicación digital Porter@ para el control del acceso, mediante el número de Carné de Identidad, operada por compañeros de Comercio, y de esta manera limitamos un poco la afluencia de las mismas personas a los establecimientos.

"Hasta el momento hemos actuado con rigurosidad. En las primeras 48 horas les realizamos advertencias a 76 ciudadanos de forma profiláctica e impusimos 42 multas de entre 100.00 y dos mil pesos.

“Hemos ido adoptando medidas con individuos que han sido detectados en la reventa de productos de primera necesidad, y que comercializan o revenden las mercancías mediante las redes sociales. A estos se les han impuesto multas de dos mil pesos, se les han decomisado bienes y en determinados casos los hemos puesto a disposición de la autoridad penal competente.

“Nuestra intención es fortalecer el trabajo en las comunidades para ganar este enfrentamiento desde los barrios y poder identificar las casas almacenes. Estamos ampliando los procesos investigativos, para lo cual solicitamos a la población que denuncie lo mal hecho a través de nuestro teléfono 371238”.

Lisbet Pavón Marchant, fiscal jefa de Procesos Penales en la provincia, recientemente comentó a la Radio local que para la especulación y acaparamiento la Ley establece sanciones de tres meses a un año de privación de libertad o multas de 100 a 300 cuotas o ambas. En el caso de receptación, precisó que se prevé de tres meses a un año de privación de libertad y cuando lo realizan con el propósito de revender o traficar, o en cuantías considerables, la sanción va de dos a cinco años.

Si se trata de actividades económicas ilícitas, pueden recibir como condena de tres meses a dos años de privación de libertad, en correspondencia con la mano de obra utilizada, y los medios o formas para cometer el delito. Pavón Marchant aseguró que en este contexto particular se arrecia el enfrentamiento a estas tipicidades delictivas y las sanciones serán muy severas.

7:53 am, Bulevar tunero, día cualquiera de agosto del 2020

Sabemos que son estos los primeros pasos de un problema añejo, y resulta demasiado ingenuo suponer que, en apenas una semana, historias como las de Ana Irma, Yusnabi o tantas otras que conocimos en nuestro recorrido, sean cuentos del pasado. La realidad sigue siendo más o menos la misma, aunque, en algunos sitios, comienzan a evidenciarse los rasgos del incipiente control.

Que el trabajo ahora esté concebido de manera multisectorial constituye un aliciente. Sobre todo, porque es la forma más certera de involucrar al pueblo en una batalla contra los coleros, revendedores, acaparadores y traficantes de divisas, que el país ha de librar de frente, porque no se puede esperar más.

El presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez ha insistido en la idea de que no es tiempo de cazar brujas y que hay que ser justos ante la singularidad de cada caso. El primer ministro Manuel Marrero Cruz aseguró que vamos a ganar esta partida. Lo sabemos, la pelea está dura, porque han tomado ala quienes lucran y delinquen en medio de las carencias de muchos.

Pongámonos la mano en el pecho y reflexionemos… en este momento, marcado por el impacto financiero de la Covid-19, en Cuba y el mundo, las insuficiencias productivas de nuestra economía, la gente que hace lo que no debe hacer y demás, va a ser muy difícil que en el futuro inmediato contemos con anaqueles atestados de mercancías. Razón de más para velar porque todos los recursos lleguen a las manos indicadas, sin intermediarios, ni sobreprecios.

infografía cadenas de tiendas 1

infografía cadenas de tiendas 2