Las Tunas.- Cual metáfora de la persistencia; Cuba celebra el Día Internacional de los Trabajadores. Lo hace con alegría, con entusiasmo, con las calles llenas de colores y de la gente que sostiene, en porfiada resistencia, la nación.

Cuatro jornadas después de la fecha tradicional, este 5 de mayo, el festejo popular es un homenaje al Prometeo de Tréveris: Carlos Marx, en el aniversario 205 de su nacimiento. En un mundo plagado de asimetrías siguen siendo los trabajadores los abanderados de veteranas luchas; también lo son en Cuba donde, además, tienen el mérito de impulsar, crear, innovar, superar carencias y hacer frente, cada día, a un cerco comercial, económico y financiero que hace la vida más dura y difícil.

La expresión… el anhelo de que cada cubano le ponga a la Patria, manos y corazón encierra la clave de estos tiempos; cual signo de empeños de amor, la frase pulsa el presente en el que se requiere, tal vez más que antes, del trabajo, la unidad y el compromiso por perfeccionar y continuar avanzando en la obra de la Revolución Cubana.

Parecía aún la luna un sol nocturno cuando hasta la Plaza llegaban los primeros, los "adelantados", madrugadores de un día en el que sale a flote la esencia nacional con su estela de héroes, sus símbolos, compases de conga y música tradicional… bullicio y fiesta. Así viven los tuneros la celebración, acompañada siempre por estudiantes, campesinos, combatientes, jóvenes y todo el pueblo.