Las Tunas.- El sector agropecuario de la provincia de Las Tunas está en mejores condiciones para producir una cantidad significativa de los alimentos que requieren la población y los animales, a partir de la recuperación de los embalses locales.

La falta de agua, por la intensa sequía que habitualmente padece el territorio, ha sido el obstáculo más notorio en ese propósito, aunque se suma la acentuada carencia de fertilizantes, plaguicidas, combustible e insumos y algunas dificultades subjetivas.
Hasta el momento, el período lluvioso no ha satisfecho las necesidades que tienen estos suelos. No obstante, al cierre del mes de julio, los embalses administrados por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) están al 66 por ciento de su capacidad total de llenado.
Esa es una noticia que alegra porque, además del líquido que consumen el sector residencial y las entidades de la economía y los servicios, se dispone del suficiente para garantizar la vitalidad de los sembrados de granos, viandas, hortalizas y frutas y mantener hidratado al ganado.
Datos de la Delegación Provincial del INRH indican que los reservorios de "Colombia" y "Amancio"-Las Mercedes y la Derivadora Sevilla, respectivamente, están totalmente llenos. Por municipios les siguen Manatí (89), Las Tunas (88), Majibacoa (82), Jobabo (55), Puerto Padre (45) y "Jesús Menéndez" (36).
Por su parte, desde el Centro Meteorológico Provincial se informó que, de un promedio de 95,1 milímetros (mm) de lluvia, julio registró 52,3 mm, para el 55 por ciento. No obstante, el acumulado histórico hasta la fecha es de 565,6 mm y en los primeros siete meses se reportaron 680,6 mm.
Por tanto, los agropecuarios y el sector cooperativo y campesino están de plácemes. Esta es una de las provincias con menos áreas cubiertas con sistemas de riego y la mayoría de los renglones se siembran en secano, de manera que tierras húmedas y pastos reverdecidos son un anuncio de lo que pudiera obtenerse de ellas, si se le pone empeño a la tarea.