Las Tunas.- Se amanece temprano en la finca El Esfuerzo, ubicada en la comunidad de Laguna Blanca, en el municipio de Jesús Menéndez. Lo dice Rafael Alberto Santana Hernández -el mayor de los hijos de la familia productora creada por Wílber Santana y Yanelis Hernández-, quien cada día le da la bienvenida al sol y lo despide aún en medio de las labores del campo.

"A las 5:00 de la mañana empezamos con el ordeño de las vacas, después iniciamos con la comida de los puercos y luego el ordeño de las chivas. Más tarde, atender el ganado, el pastoreo de los animales, el corte de comida, se les muele también alimento a las cabras y a las reses para mantener las producciones de leche con destino a las bodegas para el alimento de los niños.

"Esto no tiene hora, lo mismo se termina a las 6:00 de la tarde que a las 8:00 o las 9:00 de la noche. Los animales siempre dan un poquito de trabajo, pero bueno, pa´alante; siempre estamos trabajando aquí".

Donde ahora se desarrolla la ganadería ovino-caprina, vacuna y porcina, además de la cría de aves y la entrega de leche y la fabricación de queso; antes solo existía marabú y desolación. Rafael es testigo y heredero de ese ahínco común que bien honra el nombre de la finca El Esfuerzo.

"Desde chiquitos, a mi hermano y a mí, nuestros padres nos enseñaron a trabajar. Desde temprano sabemos lo que es luchar en el campo y lo que obtenemos, el beneficio de producir para el pueblo y la familia. Aquí tenemos la vianda, la gallina, el huevo, la carne, la leche... hay que buscar muy poco afuera. Con trabajo y sacrificio poseemos lo necesario.

"Es una producción familiar, porque mi hermano atiende las chivas y los ovejos, mi mamá las gallinas, mi padre es parte de todo el trabajo. Ahora estamos fomentando la cría de conejos…y así vamos, a veces también recibimos ayuda de unos tíos y de mis abuelos".

Aunque es muy joven, tan solo 25 años, a la tierra, sabe, hay que ponerle ciencia, aprendizaje diario, oído presto a escuchar para luego situar la práctica al servicio de las aspiraciones.

"Mis padres siempre me aconsejaron que estudiara algo para que al llegar al campo tuviera alguna experiencia. Mi hermano se graduó en el politécnico Manifiesto de Montecristi, en el municipio de Jobabo; y yo me gradué como inseminador y estoy atendiendo la genética en el ganado vacuno y en las cabras, con la intención de mejorarla. También estoy estudiando en Las Tunas por encuentro la carrera de Técnico Veterinario".

-Y, además, estudias idioma…

- Sí, también. Tenemos poco tiempo, pero bueno trabajamos de día y por la noche estudiamos.

Sus resultados y el empeño por crecer en una actividad que a otros se les hace demasiado "dura" y difícil, le posibilitaron, gracias al Proyecto de Innovación Agropecuaria Local (PIAL), capacitarse en la región de Murcia, en España, en la producción de leche y queso de cabra. De allá regresó con las pilas cargadas y lleno de ideas acerca del manejo de la masa ganadera, la inocuidad de los alimentos, la genética, la inseminación…

"En la medida de las posibilidades aplicamos algunas experiencias. A corto y mediano plazos estamos trabajando la genética para lograr mejorar los animales y tener mayores producciones. En el futuro quisiéramos echar a andar una minindustria para la elaboración de queso y otros derivados. Todo esto lleva tiempo, trabajo y sacrificio".

Cada gramo de tierra lleva, en El Esfuerzo, el símbolo del tesón; tras el correr de días y noches, lograron la instalación de un biodigestor de cúpula fija, el biogás generado se emplea para la iluminación de la vivienda, y el excedente para la fertilización de los suelos. Además, cuentan con un molino de viento y un par de paneles solares suministran la energía para el funcionamiento de la turbina.

Rafael Alberto tiene una locuacidad sencilla y natural, noble y directa; es un hombre de la tierra y con esa esencia ha llegado también hasta el Buró Provincial de la Unión de Jóvenes Comunistas. En septiembre pasado recibió, junto a su hermano, la Condición Jóvenes por la Vida; reconocimiento a su empeño en la producción de alimentos en un momento en el cual esa rama de la economía resulta neurálgica para el país.

"El trabajo con la tierra me ha ayudado a forjarme como campesino y ser humano. La juventud está aportando un grano de arena en todo el país, en la agricultura y en otras áreas, dando el paso al frente como siempre ha sido. A los jóvenes recomiendo que se prendan a trabajar, siempre se ve el resultado".