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tabaco expor

Las Tunas.- En una cámara aclimatada “duermen” unos 300 mil puros confeccionados en la provincia de Las Tunas para su venta en el mercado internacional; pero, otra vez golpean los efectos del bloqueo económico, comercial y financiero que el Gobierno de Estados Unidos mantiene contra Cuba.

Faltan las habilitaciones, o sea, los insumos que permiten la terminación del producto, como los anillos y las cajas de madera y cartón. El país no ha podido importarlos y, aunque se espera su llegada para los meses de agosto o septiembre, las pérdidas son significativas.

Yosbel Batista Moreno, director de Industrias de la Empresa de Acopio, Beneficio y Torcido de Tabaco, explicó que hasta el cierre de mayo el plan era de 758 mil unidades destinadas a la exportación y de ellas, ya se torcieron 576 mil; pero la mayor parte carece de los elementos que los hacen listos para la venta.

“Tenemos una afectación de 170 mil 025 tabacos con un valor de cinco millones 789 mil 820 pesos y la principal causa de los incumplimientos es la falta de esos recursos. Sin embargo, estamos en condiciones de recuperar los atrasos y sobrecumplir el plan de producción.

“Como fábrica de puros para la exportación solo tenemos una en el municipio de Puerto Padre, la Vidal Navas Fernández, en la que laboran 130 trabajadores. De ellos, 60 son torcedores.

“Pensábamos incrementar las exportaciones en las fábricas Enrique Casals Villareal, de Las Tunas, y Lázaro Peña González, de Jobabo. Para eso organizamos cursos, pero hubo que interrumpirlos porque no es lógico seguir acumulando la producción”.

OTROS PROCESOS TAMBIÉN SUFREN EL IMPACTO DEL BLOQUEO

“La producción de capas también se ha visto afectada por el bloqueo y lo que se recibe para fabricar nuestros puros no siempre es lo que se necesita para garantizar la calidad de las producciones que demanda el mercado que los consume”.

Esas palabras de Carlos Betancourt Almaguer, director general de la Empresa de Acopio, Beneficio y Torcido de Tabaco, demuestran que los efectos del bloqueo van más allá de la carencia de partes, piezas y agregados para la maquinaria agrícola, el combustible, los fertilizantes y plaguicidas.

“Hoy tenemos 350 hectáreas con regadíos, pero en el territorio tunero necesitamos hacer inversiones hasta llegar a no menos de mil 300 hectáreas con sistemas de riego modernos.

“Algo similar ocurre con las casas de cura. Para que la provincia acopie y beneficie las dos mil toneladas de tabaco planificadas en el programa de desarrollo hay que tener unos cuatro mil aposentos y la realidad no supera el 50 por ciento.

“Hay otras cuestiones, de informática y comunicaciones, que no se cuantifican, pero afectan. Desde el punto de vista productivo -sin el bloqueo- deberíamos estar más avanzados”.

Para contrarrestar esas dificultades, los tabacaleros de la provincia apelan a la aplicación de abonos verdes, el uso de la tracción animal para la atención a las plantas y el riego por métodos rudimentarios. No renuncian al cumplimiento de sus metas y a que el territorio tunero siga creciendo en la actividad.