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La niña sufrió una “emergencia médica” y fue trasladada a un hospital cercano, donde murió, según el comunicado, que no reveló su nacionalidad ni dio información adicional sobre el incidente.

Texas, Estados Unidos.- Una niña de 8 años de edad murió el miércoles cuando estaba retenida por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, según las autoridades, un suceso inusual que se produjo mientras la agencia lidia con una sobrecarga de sus instalaciones.

La niña y su familia estaban en un centro en Harlingen, Texas, en el Valle del Río Bravo, una de las zonas donde se producen más cruces ilegales de la frontera, según indicó en un comunicado la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus iniciales en inglés).

La niña sufrió una “emergencia médica” y fue trasladada a un hospital cercano, donde murió, según el comunicado, que no reveló su nacionalidad ni dio información adicional sobre el incidente.

La división de asuntos internos de la CBP investigará el suceso y se ha notificado al inspector general del Departamento de Seguridad Nacional y a la policía de Harlingen, señaló el comunicado. El sargento Larry Moore, vocero de la policía de Harlingen, dijo que no tenía información sobre la muerte.

La Patrulla Fronteriza tenía 28.717 personas bajo custodia el 10 de mayo, el día antes de que expirasen las restricciones al asilo asociadas a la pandemia. Esa cifra era el doble que dos semanas antes, según un documento judicial. Para el domingo, el número había caído un 23 por ciento, a 22.259 personas, que sigue estando por encima de lo habitual.

El tiempo medio de detención el domingo era de 77 horas, cinco horas más de lo que permite la normativa de la agencia.

La Patrulla Fronteriza comenzó a liberar migrantes la semana pasada en Estados Unidos sin citaciones para comparecer en cortes migratorias, y en lugar de eso les indicaba que se presentaran en oficinas de inmigración en un plazo de 60 días. La decisión ahorra tiempo a los agentes de fronteras al eximirles de trámites que llevan tiempo y permitirles liberar espacio en los centros de detención. Un juez federal en Florida ordenó detener esas liberaciones rápidas.

La semana pasada murió un joven hondureño de 17 años que viajaba solo y estaba retenido por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.