Manatí, Las Tunas.- Ni siquiera el coronavirus y su garra hincada en suelo cubano pudieron opacar la peculiar labor de pulir el arte desde el interior de las comunidades, solo trastocaron un poco sus rutinas diarias. Y en algunas ocasiones se volvieron mensajeros, repartidores de alimentos…, pero sus alcances no disminuyen en el municipio de Manatí. Los instructores de arte guardan celosamente la impronta de ser parte indispensable de la vida cultural del territorio, aun en tiempos de pandemia.

Jorge Luis García Hidalgo me cuenta que mucho ha trascurrido desde que en el año 2000 nuestro siempre sabio Fidel Castro Ruz aprobara la creación de nuevas escuelas de instructores de arte. El camino recorrido ahora es largo, pero se mantienen las mismas premisas.
"Sucedió justo como el Comandante había predicho -asegura Jorge, jefe del Área de Plástica, en la casa de cultura-. La presencia del instructor enriqueció el sistema de trabajo con los niños, adolescentes y jóvenes, y contribuyó a la formación de una sensibilidad y apreciación del arte.

"Ya que no podemos entrar a los centros estudiantiles, estamos realizando una exposición permanente 'Travesía Mágica', donde se promueve la obra de los aficionados, y tenemos la fortaleza de que en nuestra cátedra utilizamos instructores más notorios para realizar acciones de superación. Hemos obtenido premios y menciones en concursos pioneriles que hablan del despuntar de nuestros estudiantes".

Es indiscutible que los instructores de arte se han colado en la cotidianidad de los manatienses. El desempeño de esta brigada lo agradecen públicos seguidores de todas las manifestaciones del arte. Del devenir de estos profesionales han surgido espectáculos regulares de música azteca y popular, así como obras de teatro y demás actividades culturales que amenizan la vida del manatiense.

"Los instructores de arte hoy, de conjunto con los artistas aficionados, representan una fuerza artística primaria para contribuir al desarrollo cultural y educativo que pretende este sector en nuestro pueblo", comentó Jorge.

Manatí cuenta en estos momentos con 64 profesionales de este tipo, que abarcan las escuelas y defienden otros escenarios. Su tarea principal consiste en apoyar las actividades de la casa de cultura Olga Alonso, a través de espacios que en su mayoría fortalecen el movimiento teatral, musical y danzario.