Imprimir
Visto: 2852

guiteras3

Las Tunasl.- Aún cuando en la madrugada del martes, 27 de abril, el Balcón de Oriente logró el objetivo de saludar el Día Internacional de los Trabajadores con 100 mil toneladas de azúcar producidas, en el entorno tunero flota un sentimiento de insatisfacción, porque lo conseguido no satisface las expectativas de quienes intervienen en la campaña.

Resulta difícil creer que a estas alturas, tras varios meses de faena y en la postrimería de la contienda, un territorio como el de Las Tunas, de probada fortaleza en el universo azucarero cubano, no haya podido avanzar más allá del 66 por ciento del plan de producción pactado.

Tal desbalance no obedece, precisamente, a causas atribuibles únicamente a la gestión de los colectivos agroindustriales y de quienes los apoyan; aunque se sabe que en ese campo quedan reservas por explotar. Quienes por años han estado involucrados en el quehacer azucarero tunero no recuerdan haber asistido a una campaña tan comprometida como la actual, desde el punto de vista del aseguramiento de los recursos que no se pueden reemplazar con alternativas o la voluntad del hombre, dígase por ejemplo, la falta de combustible. 

Por supuesto, detrás de ese descenso productivo en un sector al que por su importancia estratégica el país siempre ha protegido con recursos en la medida de sus posibilidades económicas, está la mano del Gobierno de los Estados Unidos, cuya persecución contra los suministros de carburantes, sus sanciones y las calumnias son acciones cada vez más perversas.

Ello reafirma, además, lo expresado por el primer secretario del Partido y presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, cuando señaló que el país resistió durante 2020 el año más costoso en la historia del bloqueo que nos impone Estados Unidos desde hace seis décadas.

De modo que no deja de ser meritorio el hecho de haber puesto en manos de la economía nacional esa cantidad de azúcar en circunstancias tan adversas y en medio de las dificultades impuestas por la pandemia del nuevo coronavirus; más aún si Las Tunas es la segunda provincia del país en completar la alta cifra, la primera fue Villa Clara.

Mientras tanto, en el territorio la zafra prosigue en las áreas abastecedoras de los centrales Antonio Guiteras y Majibacoa.