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Las Tunas.- Si eres de los que gusta de hacer cuentas, ensayar posibles alineaciones y jugar a ser director de un equipo de béisbol, seguramente te estarás frotando las manos con el anunciado regreso de Rubén Paz al equipo de Las Tunas.

La llegada desde México del pelotero que debió ganar el título de Novato del Año en el 2016, abre varias interrogantes en torno a los nueve jugadores que saldrán como titulares el próximo 12 de septiembre, cuando los Leñadores debuten ante los Huracanes de Mayabeque en la arrancada de la 60 Serie Nacional de Béisbol.

¿Cuáles serán los tres regulares en los jardines, el área más competitiva dentro del equipo? ¿Quién ocupará el primer turno al bate? ¿Cuáles son las opciones reales de una apuesta de futuro como Osmani Urrutia Jr.?

Desde que Paz encandilara a todo el país con su excepcional temporada debut en la Serie 55, mucho han cambiado las cosas en el outfield tunero. Ahora, un pelotero ya internacional como Yuniesky Larduet está en disposición y plenas condiciones de defender su triple condición de titular indiscutible, dueño del jardín central y primer bate de uno de los elencos más ofensivos del campeonato. Junto a él, una dupla que mezcla experiencia y juventud: Andrés Quiala, quien ha probado muchas veces su valía y polivalencia, particularmente en juegos decisivos; y Dailier Peña, protagonista de excelentes campañas en los dos últimos años, e incluido en la lista de prospectos del béisbol cubano.

Además, dos jugadores que sin ser titulares aportan muchas cosas. Uno de ellos, Héctor Castillo, las piernas más rápidas de los Leñadores y probablemente de todo el país. Ya el año anterior fue fundamental en la clasificación a la segunda fase de la temporada, con una ofensiva apuntalada por su habilidad en bases muy por encima del promedio y con una defensa en la que destacan la rapidez de desplazamiento y su certero brazo. Y el otro es Leonis Figueredo, un bateador zurdo del que se sigue esperando un estirón final, pero que en todo caso es una buena opción como bateador emergente.

Ese es el panorama que encuentra ahora Rubén Paz, después de cinco años en los que acumuló tiempo de juego en los competitivos circuitos semiprofesionales mexicanos y tuvo una breve incursión con los Sultanes de Monterrey en la Liga del Pacífico, de categoría Triple A.

El jugador nacido en Bayamo, pero tunero por convicción, dejó una muy grata impresión con los Leñadores del curso 2015-2016, cuando estableció el récord aún vigente de promedio ofensivo (361) para un novato en series nacionales.

Ahora, con 25 años, regresa a un elenco muy distinto. Si en el 2015 Paz agradecía a Ermidelio Urrutia por la oportunidad de jugar como titular, ahora encontrará en el puesto de mando a Pablo Alberto Civil y un colectivo de dirección totalmente renovado. Además, llegará a intentar abrirse un hueco en el único equipo que ha subido al podio durante los tres últimos años, en los que atesora dos finales y un título nacional. La competencia será muy fuerte: bendito problema.

                                                            ENSAYANDO RESPUESTAS

Cualquier intento de ofrecer respuestas a las interrogantes planteadas antes es un mero ejercicio de opinión periodística, pues las decisiones reales las dictarán la forma deportiva que muestren los jugadores una vez concluido el entrenamiento, junto al criterio autorizado de quienes tendrán la última palabra: los técnicos.

Sin embargo, nunca está de más "calentar el brazo" e intentar responder interrogantes, sin perder de vista que Rubén Paz se encuentra aún en tierras mexicanas y que la etapa de preparación comenzará en el estadio Julio Antonio Mella este 3 de agosto. Allá vamos, entonces.

¿Titulares? El primero de ellos es Yuniesky Larduet, quien en nuestra opinión debería mantenerse como dueño del jardín central y del primer turno del line up. El colombiano sabe ya lo que es integrar una Selección Nacional y en la temporada pasada promedió 310, con 19 extrabases, igual número de bases robadas y 55 carreras anotadas.

El segundo candidato sería Rubén Paz. Asumiendo que llegará a tiempo para cumplir con la etapa de alistamiento y que veremos una versión mejorada de la que mostró en el 2015, el muchacho sería la mejor opción para defender cualesquiera de las esquinas en el outfield tunero y para ocupar el segundo turno en el line up, integrando una prometedora dupla con Larduet, que abriría el camino para artilleros del calibre de Dánel, Yosvani, Yordanis, Viñales, Denis Peña o Andrés de la Cruz.

Para cerrar el trío en los jardines hay dos candidatos principales: Dailier Peña y Andrés Quiala, quienes podrían compartir titularidades de acuerdo con las características del lanzador contrario y con las necesidades del equipo. Héctor Castillo y Leonis Figueredo podrían igualmente aspirar a más y para convencer de eso a los técnicos dispondrán de seis semanas de preparación.

                                        LAS VARIABLES DE LA ECUACIÓN

Si te lo estás preguntando desde el principio, te respondo de una vez: no me he olvidado de Jorge Yhonson. El puertopadrense es uno de los mejores bateadores zurdos del país en la última década, Jugador Más Valioso de la postemporada 2019, en la que Las Tunas se coronó, y por esas razones tendrá siempre un puesto de privilegio a la hora de considerar las opciones de cada cual.

Simplemente lo merece, no solo por sus números y por la seriedad e inteligencia con las que asume el juego, sino por el esfuerzo enorme que realiza ahora mismo para recuperarse de una delicada lesión en su brazo de lanzar.

En plenitud de forma, Yhonson debería ser el dueño indiscutible del jardín izquierdo, solo que la operación quirúrgica a la que fue sometido hace nueve meses lo mantendrá aún alejado de los terrenos de juego y no podrá iniciar el entrenamiento a la par que sus compañeros. De todas maneras, comenzando por la dirección del equipo, todos confían en que consiga recuperarse, si bien no se puede descartar que en el final de su carrera se desempeñe como inicialista o bateador designado.

Por último, no habría que perder de vista a los jugadores que representan el futuro de esa área. David Fernández y Odellán Tineis aparecen en la lista de 10 jardineros preseleccionados, aunque sin dudas Osmani Urrutia Jr. despierta una inevitable nostalgia por toda la gloria asociada a su apellido. Al mismo tiempo, más allá de su linaje, crea muchas expectativas por sus condiciones como pelotero. El hijo del Señor de los 400 debe recibir un seguimiento especial, pues es otro de los incluidos en el grupo de los mejores prospectos del país.

La lista de 34 peloteros que deberá anunciarse el 18 de agosto, en la que una tercera parte serán lanzadores, dificulta mucho las opciones de los jardineros más jóvenes a la hora de integrar el equipo. Por eso el entrenamiento será fundamental, no solo para sorprender a todos y ganarse un puesto, sino para acopiar herramientas y pulir habilidades técnicas que les permitan seguir creciendo.

El área de los jardines cuenta entonces con hasta seis o siete jugadores en plena capacidad de integrar la nómina final, por lo que los Leñadores, más que un placentero dolor de cabeza, tienen allí un potencial tremendo para consolidarse como uno de los candidatos de fuerza a luchar por el título.

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