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EEUU Biden politica covidWashington.- El presidente estadounidense, Joe Biden, enfrenta grandes riesgos políticos ante la propagación de la variante Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2, en medio del descontento por su gestión de la crisis económica, informó hoy la prensa nacional.

Las nuevas infecciones con Covid-19 aumentaron a más de 200 mil al día, de acuerdo con el director saliente de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), Francis Collins, quien advirtió que los contagios podrían llegar a un millón cada 24 horas.

En el Reino Unido, donde las tendencias de la enfermedad causada por el SARS-CoV-2 fueron similares a las observadas en Estados Unidos, los casos superan ahora los 120 mil.

Biden está desesperado por evitar cualquier percepción pública de que no está haciendo frente al desafío, explicó la publicación The Hill.

Este lunes, durante una reunión virtual con gobernadores, el Presidente intentó calmar los ánimos, al decir que el pueblo estadounidense sabe que este país está preparado para cualquier repunte de contagios.

De acuerdo con la administración, a partir de la próxima semana se desplegará personal sanitario militar y se trasladarán equipos médicos y abundantes kits de pruebas hacia la red hospitalaria nacional.

Sin embargo, esos movimientos ocurren mientras la confianza pública en la capacidad de Biden para hacer frente a la pandemia decayó a los niveles más bajos desde el inicio de su mandato, en enero del 2021.

Una encuesta de Economist/YouGov, realizada poco antes de Navidad, mostró que el 47 por ciento de los estadounidenses desaprueba la actuación del Presidente demócrata en la pandemia, frente al 42 por ciento que la aprueba.

Al principio de su mandato, con la llegada de las vacunaciones masivas y la euforia de que el fin de la Covid-19 parecía estar a la vista, Biden solía obtener un 60 por ciento de aprobación o más.

En una entrevista con Los Angeles Times a principios de este mes, la vicepresidenta Kamala Harris admitió que la Casa Blanca no vio venir el impacto de la variante Delta ni de Ómicron, como tampoco lo hizo la mayoría de los científicos del país, en cuyo consejo y dirección confiaron.

La administración reconoció justo antes de Navidad que aún no firmó ningún contrato para adquirir los 500 millones de pruebas prometidos por Biden y que deberían estar disponibles a la venta a inicios de enero.