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Antonio Guiteras Las Tunas

Las Tunas.- Se escucha otra vez el ruido ensordecedor que se vuelve música para los oídos de los trabajadores del coloso Antonio Guiteras, del municipio de Puerto Padre, que luego de realizar de manera satisfactoria los ejercicios parciales se encuentra listo para iniciar la primera etapa del proceso productivo, la obtención de meladura.

Aunque en este ensayo previo solo participan unas pocas áreas del central, se fue muy exigente en la calidad de los procesos, y bajo la mirada correctiva de especialistas de la rama azucarera de la provincia apoyan a los ejecutores con el principio inviolable de la calidad como premisa del desarrollo de nuevas estrategias para sacar adelante al sector.

Hoy se ve al ingenio realizar pruebas parciales bien corregidas a tiempo, que coronarán las expectativas de los tuneros más allá del humo salido de las chimeneas, más ese cúmulo de detalles porque la sincronización de un central lleva la precisión de un reloj.

La meladura será la base de la producción de aguardiente en la zafra por comenzar, aunque el proceso industrial tiene diferencias con respecto a aquellos en los que se emplea miel o azúcar.

Se estará ante una experiencia nueva, aseguran los directivos, quienes explican que es muy importante la extrema atención que requiere la meladura, para que no se deteriore y pueda ser aprovechada en su totalidad.

Lo más importante ahora es que este derivado llegue de forma directa del central a la destilería con la calidad máxima, pues cada vez que concluye un ciclo de entrega, con el vapor que se genera se hace un adecuado proceso de limpieza de las tuberías.

Asimismo, los especialistas del ingenio advierten acerca del cumplimiento estricto de la disciplina tecnológica para aprovechar con eficiencia la meladura, y recuerdan que la obtención de esta, cada una hora de molida, aporta toneladas de bagazo que intervienen en la generación de la electricidad que el central aportará al Sistema Eléctrico Nacional.

La obtención de derivados de la caña es una de las propuestas del sector azucarero para honrar una parte del crédito solicitado a entidades bancarias del país, con el fin de refrescar las deudas contraídas, y una garantía para aportar a la economía del territorio y de Cuba.