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Las Tunas.- Lo que llega y sale del corazón, el arte, las ideas, el sentido de la utilidad, lo que salva y perdura, la vocación de servir y ser bueno; las esencias, "esa verdad última, lo más importante, el relleno de la silueta que vemos en todas las cosas"… tantísimas emociones y sentimientos surgen cuando Tim habla. El niño travieso y ocurrente, el pedagogo y director general de la compañía de teatro infantil La Colmenita, Carlos Alberto Cremata Malberti recorrió Las Tunas durante dos jornadas y nos confirmó que la bondad y el amor humanos se multiplican.

Y no es que sea un camino fácil; ojalá, incluso, fuese más común… o cualquier otro vocablo que no sirva para entender la urgencia de reproducir la belleza; esa que reconforta como un bálsamo. "¡La gente quiere sentir!", habría dicho en una entrevista y fue ese el contenido de sus palabras en la Universidad de Las Tunas cuando habló también de agradecimiento, de transformación espiritual y de la necesidad de "bucear, braza a braza, hasta llegar algún día a vislumbrar las barreras coralinas de Martí y su fondo marino todo".

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Con maestría sin par, el Colmenero Mayor fue develando las claves del paradigmático modelo pedagógico y teatral que tiene en Pepe Julián una guía para poseer un buen corazón y para, en suma, "vivir mejor". "Se va el día, pero Martí se queda (…) Donde queda gente es donde queda historia. Martí no ha parado de decir, él sigue llegando a mi casa", esta última expresión recogida en el libro Martí a flor de labios, da nombre al movimiento educativo que energiza a Tim y le trajo a esta tierra, más que predicando con su prédica, haciéndolo con su ejemplo; escoltado por el Apóstol y Fidel.

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"El primer valor que estudiamos es la sinceridad, ¿y por qué iniciamos justo por ahí? Sencillamente, porque si Los Versos Sencillos, considerados la autobiografía poética de José Martí, inician diciendo: "Yo soy un hombre sincero…", pues vamos a pensar profundamente qué significa esa expresión. ¿Por qué puso primero sincero y después todo lo demás? Y dedicamos la primera sesión, que puede ser una clase completa, solo a ese análisis. Ya en otra oportunidad abordamos, desde el punto de vista de la identidad, "De donde crece la palma".

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"De lo que se trata es de crecer con Martí", contó, al disertar del sistema de trabajo en el colectivo fundado por él en febrero de 1990. "Y ¿qué hacemos en La Colmenita? ¿Qué hacemos? Tomamos una frase como guía, el Maestro dijo: "Los niños debían juntarse por lo menos una vez a la semana para ver a quién podían hacerle un bien todos juntos". Entonces, nos contamos todos los días antes de empezar el bien que hemos hecho durante el tiempo en que no nos hemos visto. Se trata de salir cada jornada con la sed y el hambre imperiosa de hacer buenas acciones."

La Colmenita es una inmensa obra de amor, de la cual solo apreciamos el momento cúspide: la presentación artística; mas ese es solo el último de los propósitos de este grupo sostenido por almas de hermoso vuelo. Para "mantener a salvo la luminosidad original de los niños que están a su alcance", Tim y su pandilla tienen otras metas que cumplir en el camino de la virtud y de eso también habló: "Hacer muchos amigos y ser agradecido", "amar a Cuba como amo a mi familia", "sentir cada vez más amor por la tierra, los animales y las plantas", "mientras más reconocimientos recibamos ser menos 'creyentes'", "ser un buen expediente en mi aula y un buen niño en mi casa", "no repetir consignas como papagayo", "leer, de verdad, a José Martí", "jugar, jugar y jugar… esa es la consigna" y "aprender, aprender y aprender… esa es la religión". Para cada letra del abecedario, un fin, un camino… la posibilidad de cambiar el mundo desde cada uno de nosotros.

 

Como fórmula del amor triunfante, este método de trabajo florece en los más disímiles escenarios; así sucede en la escuela de formación integral (EFI) José Martí, de La Habana, donde desde hace tres años desarrollan un taller creativo. "Una adolescente con serios problemas de conducta, le dice de pronto, emocionada, a la directora de su escuela: '¡La profe de Español está dando últimamente unas clases sublimes!'. Cuando la titular le pregunta de dónde sacó esa hermosa palabra, la muchacha le responde: 'Yo sé los nombres extraños / de las hierbas y las flores / y de mortales engaños / y de sublimes dolores. ¡Profe, sublime es más arriba de lo bello!'".

"Quienes destacan en las actividades reciben como premio "un pseudónimo de gloria, el de los expedicionarios que desembarcaron junto a Martí y Gómez por Playitas de Cajobabo". De esta forma, los niños comienzan a concebir a nuestros héroes, algunos desconocidos para ellos, en términos humanos; tan alcanzables en la dimensión de la grandeza espiritual y estatura histórica como lo es el Héroe Nacional de Cuba en el volumen Entre espinas, flores, de Carlos Manuel Marchante Castellanos, otro texto cuya lectura recomendó.

¿Cómo debemos mostrar las figuras de nuestra historia para que no se aprecien como estatuas de bronce o seres inalcanzables? ¿Cómo hacer todos los días de la vida que Martí llegue hasta nosotros, que pase hasta la casita que tenemos en el pecho, hasta lo profundo y visceral de cada cubano, que se sienta como un familiar más?

"Martí sirve no solo para ser un mejor patriota y más cultos, sino para vivir mejor. Dijo: "La dificultad es grande y los que van a vencerla también". Busquen cualquier obstáculo y piensen en ello. O lo que le escribe a Fermín Valdés en medio de un momento difícil: "Atúrdete haciendo bien, que es ya para nosotros el único modo de vivir: sirve, vigila y perdona'".

Los sueños y las realizaciones tiran de Tin y de tantos cubanos que tejen "una sociedad fraterna, amorosa, digna", en la cual dar aliento, ser generoso y agradecido sea la norma. Contra la tempestad, en esa visión martiana y fidelista está la Cuba que necesitamos y debemos ser. "Siempre que llueve sobre Cuba, en cada gotica, está Martí", escribió el poeta villaclareño Yamil Díaz Gómez. "Nosotros concurrimos a desaparecer, pero Martí, no. Mientras haya cubanos Martí va a existir", dijo, ya anciano, a Floirán Escobar, uno de los siete niños que vio al preparador de la Guerra Necearía durante su travesía tras el desembarco en Playitas de Cajobabo.

Faltan más sueños en la Cuba de hoy, y es bueno saber que hay gente que sueña, sueña mucho. En lo más alto y sagrado de Cuba, en lo más terrenal y cotidiano, en lo más puro de la Patria está José Martí, "clarísimo misterio".