Las Tunas.- El tema de la recreación tiene tantas aristas por indagar, que escribir sobre eso te hace sentir, siempre, que quedas con la copa del saber medio vacía; por eso, la intención de estas líneas dista mucho de pretender abarcar todo el asunto o ser concluyente en sentido alguno.
Apenas queremos concretar una suerte de mirada sobre el tópico que, leída con sensibilidad y teniendo algo de buena suerte, genere opiniones lúcidas sobre el asunto, y ayude a enrumbar los destinos de la tan deprimida recreación por estos lares.
Porque (y para decir esto no requerimos de una gran indagatoria) son muy pocas las opciones de esparcimiento que tiene esta ciudad y, si por acá la cosa pinta fea un sábado por la noche, ¿imagina usted qué pasa en el resto de los municipios de la provincia?
LOS JÓVENES, LA VOZ DE LA VIDA
Aunque a este equipo de trabajo le parece hasta cruel que cuando se hable de recreación se piense apenas en ellos, y queden en segundo plano los niños, en tercero los adultos y de los más ancianos solo se acuerden de paso, como al descuido; es evidente que la juventud, no por gusto la flor de la vida, resulta el epicentro de este dilema.
Con jóvenes conversó 26 en un recorrido por estas calles; tras cada voz encuentras una visión del tema y confirmas, de una forma u otra, que falta casi todo por hacer, y que iniciativa y diversidad son verdades que escasean y resultan vitales en la búsqueda de rutas que complazcan a la mayoría.
Por ejemplo, Bárbara (17 años de edad), siente que faltan opciones para quienes son hijos de los bolsillos obreros, como ella. "No todo el mundo puede ir al Caché o a Bella Vita, que son los que más ofertas tienen ahora mismo. Yo voy al cabaré Bajo las Estrellas, ahí la entrada es de 40.00 pesos, y ese lugar, junto a la Casa de la Música, son los únicos dos a los que podemos ir en estos tiempos".
Dianelis (25 años) recordó para nosotros sus días de adolescencia, cuando ponían música los fines de semana en el "Estadio Chiquito", al aire libre "y te encontrabas a todo el mundo sin necesidad de gastar millones; o ibas a La Cubana y, con 10.00 pesos cada uno -que ahorrábamos del dinero de la semana- tirábamos un pasillo todos los del aula. Estaba la Pista Joven, que ahora es el cabaré Bajo las Estrellas, donde también se vivían ratos agradables.
"La verdad es que, con el paso de los años, en lugar de mejorar las ofertas culturales y recreativas para los más jóvenes, han ido mermando; ahora, para que un muchacho salga un día hay que darle ¡casi mil pesos!", concluye.
Así mismo piensa Daniel (19 años) y asegura que quisiera salir más con su novia, "pero figúrense, estoy en la Universidad y la cosa está tan dura que mis padres no me pueden dar la cantidad de dinero que me haría falta para eso. Preferimos ir a sentarnos al parque un rato, pasar por la casa de algunos amigos y escuchar música, aunque tampoco vamos a negar que sí hemos pasado por el Mónaco alguna vez, es que ese lugar está en el boom en Facebook y todos lados".
Roxana (19 años) dice que ella sí va a esos sitios caros, porque al final es donde único se puede ir aquí en Las Tunas: "Es verdad que a veces se hacen colas para entrar y todo porque la demanda es mucha, pero también es cierto que ahí con las amistades se pasa muy bien, independientemente de algunas opiniones que ves en los grupos de Revolico que hablan mal del trato en algún que otro bar, pero al menos a mí, nunca me ha pasado".
¿Y LAS INSTITUCIONES?
Un asunto tan amplio como la recreación casi siempre se limita al sector cultural y sus dinámicas, aunque es cierto que mucho de responsabilidad tiene en el esparcimiento citadino.
Tras la fórmula para buscar variantes a este tema llegamos a la oficina de Zenia Ross, programadora de la Dirección Provincial de Cultura en Las Tunas.
"No tenemos equipamiento técnico para solventar actividades en varios espacios; y eso, que es una realidad que ocurre en todos los municipios, coloca a la recreación en una situación muy difícil en toda la provincia".
"O sea, todo lo que es audio, luces y esos elementos transitan por el alquiler a personas naturales y los costos están muy sobredimensionados (rondan los 35 mil pesos en una noche) que, de hacerlo, te quedas con el dinero mínimo para pagar a los artistas.
"Se están priorizando las zonas vulnerables, como La Plaza de los Recuerdos, donde mantenemos espacios fijos; tenemos algunas peñas en la Plaza Cultural y los sábados tratamos de dar protagonismo a los grupos de pequeño formato.
"La situación de las orquestas hoy es muy difícil porque si programamos alguna un fin de semana, por ejemplo, prácticamente comprometemos el presupuesto previsto para todo un mes".
Y, lamentablemente, sitios como la Casa de la Música y el centro cultural Huellas, están prácticamente descomercializados porque, de la mano de la oferta cultural, debe estar la propuesta gastronómica. Y estas, en el actual contexto del país, se encuentran en manos de particulares, con precios muy elevados.
"A eso se suma que los artistas cobran por lo que se recauda en la puerta. No se pueden presentar entonces agrupaciones de gran formato porque sería irrisorio lo que ganarían. A las más pequeñas se les hace menos difícil, con cierta afluencia de público, llevar dinero al bolsillo.
"En los municipios se priorizan, precisamente, los espacios cerrados, pero es tan o más complejo lograrlo que en esta ciudad.
"Sabemos que, a pesar de los esfuerzos y el apoyo que damos a programas priorizados, las visitas a las instituciones de abuelos y otros centros, quedamos muy por debajo de las expectativas y necesidades de esparcimiento del pueblo".
A juicio de la experta, es la Asociación Hermanos Saíz (AHS) la que presenta la programación más consolidada, pero, por supuesto, está centrada en sus miembros y sus visiones del arte que, si bien resultan diversas, no responden necesariamente a las mayorías.
Hasta ellos llegamos a través de Jesús Ricardo Pérez Cicilia, vicepresidente de la organización en Las Tunas.
"En la filial mantenemos una programación mensual que incluye peñas de música todos los sábados; además de otras de rock, música electrónica, hiphop y regetón. Estas ofertas no suelen alterarse a menos que tengan algún evento durante el mes.
"También están las de literatura, el espacio Cinestesia, que se realiza el tercer jueves de cada mes, Hojas sueltas, el último viernes, las peñas de trova, que cuentan con la propuesta Cien Metros de canciones de Freddy Laffita, entre otros".
Le escuchamos y sabemos que también apoyan el talento de muchos que se acercan hasta sus puertas y que no son los únicos que tienen a los jóvenes en el centro de mira.
La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) ha sido, por décadas, una entusiasta de la recreación en distintos espacios; por estos días un despertar de sus propuestas resultaría sumamente halagüeño para revertir sinsabores.
Carlos Martínez, miembro del Buró Municipal de la organización que atiende la esfera obrera, asegura que ellos, los segundos sábados de cada mes -y gracias al perfeccionamiento de la organización- desarrollan las noches juveniles, con el apoyo de la mipyme Mercasa.
"Ahí hacemos actividades dos veces al mes para todas las edades, en el mercado El Tunero, donde existe un local arrendado con ofertas de bar, discoteca, que nos permite llevar a cabo esta iniciativa; asimismo, estamos trabajando de conjunto con la Dirección Municipal de Cultura para sacar adelante estas propuestas".
PARTICULARES VS. INSTITUCIONES CULTURALES
En uno de los recorridos nocturnos que emprendimos, en el afán de hacer lo más completas posible estas líneas, encontramos a un mozuelo desenvuelto que, estrepitosamente, dijo ante la grabadora. "Hay tanto dinero suelto por ahí que la gente se muda hasta cualquier bar que abran solo si es más caro que el anterior. Pesa más especular que divertirse".
Y, aunque es evidente que no funciona así en todos los casos, resulta también ese un atisbo de cuán desleal son ahora las propuestas de un lado y de otro. Porque siempre se agradece invitaciones que alienten el alma y te crezcan el espíritu; pero la parte de "despelucarse y mover el esqueleto hasta el delirio" es igualmente recreación para unos cuántos y, en ese sentido, la invitación está hecha de un solo lado.
Más allá de los presupuestos (cada día más reducidos) para concretar actividades, del mal estado constructivo de algunos locales del sector cultural tunero y de reparaciones que, de tan dilatadas, parecen interminables, se trabaja en estas tierras.
A este equipo de prensa le alentó profundamente la decisión (ya en marcha) de hacer encuentros entre los implicados para reorganizar el trabajo desde la raíz y, contando apenas con lo que realmente tenemos a mano, concretar propuestas que le den vida a las noches de la comarca y esperanza a quienes seguimos apostando por sus esquinas.
Toca aprender que, a la par que cambian los tiempos, lo hacen los intereses y manifestaciones del esparcimiento. Por tanto, hacer estudios del público joven tunero, sus gustos e intereses y ponerlos en función de nuevas propuestas, intercambiar con otros terruños y conocer de sus experiencias y aciertos (algo que no significa importar a pie juntillas patrones de otros) pueden ser formas para afrontar los desafíos.
Debemos entender, además, que la promoción no es asunto que compete, exclusivamente, a los medios de difusión, y cada día lo es menos. Si todo esto fuera poco, salirnos del "cajón de los presupuestos" y comenzar a mover un engranaje distinto, que nos acerque a las dinámicas de un mercado que ya está aquí, listo para ser descubierto, mimado, tenido en cuenta también desde los espacios formales.
Solo así, sin miedo al debate, a nuevos caminos, al tiempo de hoy, se podrán concretar citas tan diversas, inteligentes y alejadas a ratos de lo que es habitual a la élite cultural tunera, como las que necesita y pide, casi que a gritos ya, una parte nada despreciable de la juventud en estas tierras.
