Las Tunas.- "Mis niños se ponen intranquilos de vez en cuando, pero son unos amores", me dice con el rostro bañado de ternura Elianis Silva Núñez, joven profesora de la escuela especial Luis Augusto Turcios Lima. Tiene poco más de un lustro de graduada, sin embargo, en el hablar expresa tanta madurez, responsabilidad y compromiso que, a pesar de lo que falta por aprender, le confieren un magisterio fruto del amor y el sentido de pertenencia.

Doce pequeños tiene a su cargo, ejército de luz que le demanda maestría en cada clase, ingenio y creatividad permanentes, carácter paciente y firme, ternura y confianza.

"En mi clase todos los alumnos poseen discapacidad intelectual, algunos de manera leve y otros moderada, además, tengo uno con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

"Durante todo el tiempo de clase deben estar motivados, de manera que procuro buscar cualquier detalle que les llame la atención para se mantengan atentos y capten el contenido", expresa, iluminada por esa magia especial que ostentan aquellos que decidieron trabajar allí y que, como ella, "sienten que es su vida" y les encanta.

Cuando le pregunto por la pandemia de la Covid-19 y ese "vuelco" de lo cotidiano que nos dio a todos, rápida y segura, arguye: "A distancia, pero ahí. Fue complicado, pero mantuvimos todo el tiempo el vínculo, bien por WhatsApp o vía telefónica, de manera que estaba al tanto de su estado de salud, del aprendizaje y la evolución, además de que también podía ofrecer consejos a la familia.

"Siempre he tenido buenos vínculos con cada familia, desde que comencé. Me acogieron muy bien, a pesar de mi juventud y de haber tenido antes la guía de una excelente docente. Hoy mantenemos un lazo inquebrantable, los progenitores cuentan conmigo para todo y yo soy recíproca con ellos".

Esa empatía la desarrolló el magisterio y la formación para trabajar en esta enseñanza que la hizo sentirse maestra desde el primer día y disfrutar, aprender y querer a sus niños, al tiempo que asume la doble militancia y funge como reserva de cuadro del director del centro.

"Cuando una llega con alguna situación personal o preocupación propia de la vida, ellos te sacan la sonrisa, de una u otra manera", manifiesta con orgullo al hablar de esos pequeños a los que Elianis ha entregado más que lecciones de Lengua Española, Matemática y El Mundo en que Vivimos, pues les ha dado dedicación y amor.