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mosquitoLas Tunas.- Espera el instante justo para atacar a su presa. Parece el más inofensivo de los seres vivos, pero una picada suya puede ser mortal. Siente atracción por sustancias corporales de ciertas personas; sin embargo, la mayoría es poco exigente y hostiga a todo lo que tenga sangre.

No es otro que el mosquito Aedes aegypti (transmisor de las arbovirosis), ese que aprovecha el menor descuido para instalarse en casa de manera solapada, sin hacer mucho ruido, como el mejor de los estrategas. Esta especie voladora se pone al descubierto en el momento de la embestida o cuando decide fastidiar con zumbidos.


Halla su zona de confort en charcas o aguas estancadas; por eso las lluvias son un regalo divino para su reproducción. Para ser exactos, la hembra asume el liderazgo de esta batalla sin cuartel y sobre sus “alas” cae la culpa de tantas vidas perdidas cada calendario.


Entonces, no sería insólito pensar que semejante enemigo esté sacando partido a la distracción de las familias, las cuales, ahora mismo, se enfocan en afrontar la nueva pandemia de coronavirus. En esta provincia, ha sabido encontrar ventajas al expandir sus poblaciones con índices superiores a los permisibles.


Se le ve merodear, principalmente, por las cuatro áreas de Salud del municipio cabecera: Guillermo Tejas, Manuel (Piti) Fajardo, Gustavo Aldereguía y Aquiles Espinosa, y también en el “Romárico Oro” de Puerto Padre. Así lo confirma el doctor José Ángel Martínez Rodríguez, al frente de la subdirección de vectores en el territorio, quien refiere además, que se han confirmado algunos casos de dengue, sin una transmisión local.


A pesar de ello mantienen la vigilancia a los síndromes febriles inespecíficos y hacen controles de focos alrededor de los detectados para evitar una propagación de la enfermedad. Quienes presenten síntomas, como fiebre, dolor de cabeza, muscular o articular y erupciones o manchas rojas en la piel, deben acudir a las unidades asistenciales.


“Ahora comienza una etapa –dice- en la que se incrementan los aedes porque las condiciones del clima benefician su proliferación, e incluso el acortamiento del ciclo biológico. La Organización Panamericana de la Salud pronosticó una de las epidemias más grande de los últimos años. Ya hemos tenido evidencias en varios países de Centroamérica”.


Y por si fuera poco la permanencia de las familias en las viviendas, como acción esencial ante la Covid-19, constituye un punto a favor del mosquito, pues no necesitaría extender demasiado su vuelo para ocasionar una difusión de las arbovirosis en las comunidades.


Sin embargo, cada tunero pudiera revertir esta situación y aprovechar para extremar el autofocal, y acabar con el minúsculo “vampiro”. Significa que cada quien tiene en sus manos la posibilidad de convertir el actual aislamiento social en una fortaleza contra el insecto o sencillamente en un escenario propicio para que actúe a sus anchas, y por supuesto, sufrir las consecuencias.


¿Cómo hacerlo? Es muy sencillo, el doctor Martínez refiere que la mayoría de las personas conoce cómo destruirlo; aunque no todos llevan las medidas a la práctica. “Hay que mantener tapados los tanques bajos (sitio donde se aloja el 80 por ciento de los focos), sanear los patios y eliminar los recipientes que pudieran almacenar agua, entre otras.


“Hemos intensificado la lucha antivectorial –expone- aun en medio de las complejidades epidemiológicas con el SARS-CoV-2. Nuestro país posee una estructura y condiciones para evitar una transmisión de gran magnitud, pero es necesario el apoyo de la población”.


Desde ya se organiza un tratamiento adulticida intensivo (fumigación) para el próximo mes de junio que pretende abarcar unos 47 mil locales, ubicados en la capital provincial y en el área del "Romárico Oro" de la Villa Azul.


En casa, ahora que el tiempo lo permite, los moradores pueden usar sus mejores armas contra el aedes. No hacen falta recursos ni enormes esfuerzos, solo la disciplina y la conciencia de unos cuantos. Tampoco viene mal una dosis de solidaridad, esa que mueve a los seres humanos a accionar, pensando no solo en la salud propia, sino en la de los demás.