Las Tunas.- En una espiral de males, desde las erráticas decisiones del cuerpo técnico hasta el inefectivo accionar del bateo, el equipo Cuba sumó otra penosa demostración, luego de condenar el sueño panamericano tras ceder 4x2 ante Brasil, quienes preservaron el invicto en el Grupo B.

Los cubanos, con tal resultado, quedan relegados a la ronda del consuelo, donde la máxima aspiración será el quinto lugar. Una decepción más para el deporte nacional, otro impacto con la cruda realidad.

De acentuar las carencias de los bateadores antillanos se encargó Felipe Natel, quien transitó hasta el sexto capítulo con un no-hitter y solo un golpe en una de sus piernas lo alejó de la gloria. Los rompimientos en zona baja, además de la certera localización de los comandos resultaron claves en el desempeño del ganador del choque.

Por su parte, José Ramón Rodríguez navegó con el infortunio de varias pifias a la defensa. En el quinto acto, con la salida del camagüeyano, pícher derrotado, los relevistas sucumbieron frente a la artillería brasileña al permitir cinco imparables de siete hombres enfrentados, para un rally de tres anotaciones.

Las últimas entradas sirvieron para abrir un ápice de esperanza en la fanaticada isleña, pero los esfuerzos quedaron por debajo. Asimismo, el empleo de los jugadores suplentes, por parte de Armando Johnson rondó la polémica y en ese deficiente manejo de sus piezas disminuyeron las brechas del éxito.

El buen paso de los sudamericanos, junto al tránsito perfecto de Panamá en la llave A, dotan de matices diferentes a una competición beisbolera que nació desde la sorpresa con las ausencias del campeón en la edición anterior, Puerto Rico, Estados Unidos y Canadá.