Las Tunas.- El último no hit, no run de la era del bate de aluminio en Cuba tuvo en el lanzador tunero José Miguel Báez el protagonista de la jornada, el 17 de noviembre de 1998, en duelo contra Metropolitanos. En el aniversario 25 de la gesta beibolera, la redacción deportiva de 26 les brinda detalles del primer serpentinero local en lograr un no-hitter fuera del estadio Julio Antonio Mella.
Aquella noche, cuenta el compilador Yirsandy Rodríguez, Báez inició el partido con récord en la 38 Serie Nacional de 2-3 y 3.53 ERA, con 15 ponches, seis boletos y 322 de average de los contrarios. La nómina tunera vivía una época muy distante a la del equipo de élite que es ahora, pues apenas tenía foja de (8-17) en sus últimas 25 decisiones. Metropolitanos pasaba también por horas bajas, pero era una novena bateadora porque venía de anotarle 14 carreras y 27 hits en tres juegos a Granma.
La armada verdirroja que por aquel entonces todavía no se les conocía por su poderío ofensivo actual, aquella noche apoyó la labor de Báez con seis carreras y ocho hits. Todavía con aluminio sobresalió el jovencito Joan Carlos Pedroso que bateó de 2-1, anotó par carreras y remolcó las que, en el cuarto inning, habrían decidido el partido por 2-0; una de ellas anotada por “un tal” Dánel Castro se había embazado por doble comenzado la entrada.
El trance más difícil de José Miguel para concretar su “no-no”, relata Yirsandy Rodríguez, llegó en el final de sexto episodio. “Después de un out, Enrique Díaz se robó segunda y Báez concedió a Rudy Reyes su tercer boleto de la noche -el segundo en ese inning. Serguei Pérez (el mejor bateador de los Metros en aquel momento) se acercaba al home plate, en un turno que parecía, como en muchos no-hitter, el momento clave antes del out 27. ¿Qué sucedió? Pérez roleteó por el short stop, y Dánel Castro voló por encima de la segunda almohadilla para un neutralizante doble play, que evitó el hit y cerró el episodio sin carreras”.
Otro detalle interesante, concluye Yirsandry citando al receptor de los Metropolitanos aquel día, Luis Abraham Puente: “Dos conexiones estuvieron a punto de ser inatrapables: Una línea al right field de Doelsis Linares cerrando el quinto episodio, y un elevado de Joel Reytor a lo corto del center field. Jorge Salfrán golpeó dos buenos elevados a los jardines, pero la pelota siempre estuvo cerca del alcance de Osmani Urrutia y Pablo Civil, quienes custodiaron en el central y el derecho, respectivamente”.
