Las Tunas.- A poco más de 30 kilómetros del centro histórico de Las Tunas, en San Miguel del Rompe, se yergue una obra escultórica de hormigón y acero como remembranza a la que fuera la primera reunión conspirativa preludio del alzamiento por la independencia de Cuba.
Situado en la hoy comunidad de Bartle, del municipio cabecera de la oriental provincia, allí se dieron cita 10 de las principales figuras de los departamentos de Oriente y Camagüey, hace hoy 156 años.
Presidida por Carlos Manuel de Céspedes, en la memorable junta se analizaron dos tendencias fundamentales que comprendían el inminente inicio de la gesta mambisa o la espera a la tenencia de mayores recursos para el comienzo de la contienda.
Junto a Céspedes, también representaron a Manzanillo Juan Hall e Isaías Masó; mientras Belisario Álvarez Céspedes, Salvador Fuentes y Antonio Rubio, por Holguín; Donato Mármol, por Jiguaní; Vicente García González, Francisco Rubalcaba y Félix Figueredo, por Las Tunas; y Salvador Cisneros Betancourt y Carlos Loret de Mola, por Camagüey.
El encuentro fue camuflado con fines masónicos y llevó el nombre de Convención de Tirsán y, aunque su mayor propósito fue aunar criterios para el levantamiento en armas, no llegó a concretos acuerdos; sin embargo, sus declaraciones sirvieron de antesala a las próximas reuniones previas al 10 de octubre de 1868.
En ella se aprobó fijar el 3 de septiembre para proclamar la libertad y una próxima tertulia el día primero; a la vez, surgió la Junta Revolucionaria de Oriente con jurisdicciones en Manzanillo, Bayamo, Jiguaní, Holguín y Las Tunas.
Declarado Monumento Nacional en 1993, el lugar es un recuerdo imperecedero al primer impulso de los criollos para enfrentar el sangriento dominio de España y, sobre todo, marcó el comienzo de un espíritu de rebeldía y unidad nacional en busca de la verdadera y definitiva emancipación.
