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Los derechos humanos son un asunto de todos los días. Eso lo entienden muy bien la iniciativa Access y las voluntades que se han unido para hacerla árbol frondoso en Las Tunas

Las Tunas.- El joven profesor Orlando Lázaro Villar Aguilera nos recibió diligente en el Departamento de Educación Especial de la Universidad de Las Tunas (ULT), su lugar de trabajo desde que egresó de la carrera de Comunicación Social en la propia casa de altos estudios.

Orlando Villar Aguilera Foto Chimeno 1Allí imparte temas de Fonética y Fonología, Sistema Braille y Comunicación y Lenguaje; eso, que no sería para nada extraordinario dada su vocación natural, resulta un ejemplo en sí mismo, porque Orlandito (así le dicen) es paciente de retinosis pigmentaria y, como todos los estudiantes con discapacidad que apuestan por las aulas de la Educación Superior, lleva consigo marcas de fe y disímiles batallas libradas desde el alma, en silencio.

“Vivir con una discapacidad y salir adelante resulta muy complicado en el entorno académico, principalmente, porque no siempre tenemos acceso a las tecnologías para estudiar o hacer una tesis. Se pasa muchísimo trabajo y la fuerza de voluntad es vital.

“Me tocó ser el único alumno de mi grupo que no veía bien y, aunque los muchachos me acogieron rápido y fueron incondicionalmente mis ojos, sí tuve que hacer numerosos sacrificios”.

Habla de las maravillas de la vida universitaria y se queda en silencio mientras recuerda “al profe aquel” de la “asignatura terrible” que lo llevó contra la pared, y el momento en el que tocó fondo y creyó que no podía más.

“Nuestra Universidad está lista para ayudar a personas como yo, estoy seguro, pero también existen docentes que, dentro de ese engranaje, no lo están del todo. Agradezco a los que me apoyan y me alientan en este camino; a mi familia, por supuesto, sin ellos no soy nada, y a tanta gente valiosa que he conocido aquí y han resultado una luz de esperanza”.

Historias como la de Orlandito son cada vez más frecuentes en el contexto universitario cubano. Por eso, es tan valiosa la labor en la que el joven se ha involucrado; y no solo por ser docente y ejemplo en la carrera de Educación Especial, ante alumnos cuyo desempeño futuro exige, desde su formación, un gran hálito de sensibilidad, sino porque es parte del Centro de Apoyo al Estudiante con Discapacidad de la institución, un refugio en el que muchos, como él, encuentran tormenta y remanso.

Logro proyecto de proyecto Universidad

A DEGÜELLO CON LAS MALDICIONES

En la ULT se forman actualmente 23 educandos que padecen alguna discapacidad -la mayoría de tipo sensorial (visuales, auditivas y motoras)- y están diseminados por distintas facultades. Esa es una cifra tentativa, pues los expertos allí pretenden realizar un estudio más extensivo, pues están seguros de que el número es superior si se incluye un diagnóstico de las dificultades en el área de la comunicación y el lenguaje.

Hablan de “capacidades ilimitadas” de sus muchachos en las aulas y afirman que deben estar encauzadas desde una acertada formación vocacional y, para ello, se preparan constantemente armándose de la ciencia, esa que nunca falla resguardando los grandes aciertos del ser humano.Blanca Nieves Rivas Almaguer foto Chimeno 1

Entre los tantos apasionados del desafío de verlos egresar exitosos y formar parte plena de la sociedad están las doctoras en Ciencias y profesoras titulares Blanca Nieves Rivas Almaguer y Rosa María Hernández López, quienes lideran el capítulo tunero del Proyecto de Promoción de la Accesibilidad de Estudiantes con Discapacidad a la Educación Superior (Access), que involucra a centros docentes de Cuba, Costa Rica y República Dominicana.

“El primer objetivo es la creación del Centro de Apoyo al Estudiante con Discapacidad, que en nuestro caso funciona de lunes a jueves, desde las 8:00 am hasta la 1:00 de la tarde en el campus Pepito Tey, y en el que les brindamos ayuda de servicios jurídicos, logopédica, psicológica, pedagógica, también informática, porque contamos con tecnología adaptada y recibimos, además, un donativo de la Unión Europea con equipos muy valiosos. Todo para apoyar el proceso de aprendizaje y la formación académica, investigativa y extensionista de estos pupilos.

“Se estableció un horario de trabajo para cada uno de los especialistas; es decir, un equipo multidisciplinario que está en disposición de brindar, igualmente, los servicios a otras personas de otros niveles educativos con la intención de ofrecer ese respaldo a los estudiantes y a quienes constituyen sus sistemas de influencia. Aquí pueden acercarse en esos horarios los tuneros que lo necesiten.

Rosa María Hernández López foto Chimeno 3“El segundo objetivo tiene que ver con la divulgación de cuanto se gesta desde el proyecto. Nosotros, por ejemplo, pertenecemos a una red académica mexicana, estamos activos en Access y hemos socializado en contextos internacionales las buenas prácticas inclusivas que desarrollamos.

“Los resultados de investigación compartidos nos han merecido un reconocimiento de la Unión Europea; e impactan de manera real en la calidad del ingreso, la permanencia y en el egreso de los educandos con discapacidad. Sumado al hecho de que el profesor esté mejor preparado para lidiar con determinadas particularidades y apoyarlas”.

Las profesoras, en diálogo conjunto, contaron a 26 de las experiencias concretas que poseen en la formación de posgrados y potenciar cultura, políticas y prácticas inclusivas en el territorio tunero. Un desafío que van asumiendo alumnos, docentes y directivos.

PON EL SELLO DE TUS EMOCIONES

La ULT ya tiene dos proyectos de rampa para, cuando los presupuestos lo permitan, hacer más ligera la entrada al plantel de quienes necesitan una silla de ruedas para llegar al aula. Tal vez usted, querido lector, no lo ha padecido en piel propia, pero más de un padre y una madre llegan hasta allí por la mañana, cargan a sus hijos adultos y luego los ayudan a incorporarse al grupo, valientes, porque ellos no pueden subir solos las escaleras.

Además, el teatro del campus Pepito Tey ya se modificó y dicen que costó bastante dinero la inversión que permite ahora que sea más accesible, moderno, con sus adaptaciones para que todos encuentren espacios y accedan a sus propuestas por igual.

Las profesoras Blanca Nieves y Rosa María abundan en otros aciertos. “Hemos enriquecido las políticas educativas, amparados en normativas jurídicas internacionales y en resoluciones vigentes en el Ministerio de Educación Superior.

Icono del proyecto de inclusión de personas con discapacidad

“Respaldados en esos elementos y como fruto de este proyecto, logramos la aprobación de la Resolución Rectoral 130 del año 2022, que norma determinados aspectos importantes para el ingreso, la permanencia y el egreso de los estudiantes con discapacidad en la ULT, todo adaptado a las particularidades nuestras.

“Por ejemplo, se establecen las adecuaciones que hay que hacerle al currículo cuando se trata de un alumno con discapacidad en cuanto a flexibilización, temporalizar los objetivos y contenidos. Quiere decir, por ejemplo, que si alguien por su ritmo de aprendizaje y necesidades debe graduarse dos meses después que el resto de sus compañeros, tendrá la posibilidad.

“Se declaró como política para el escolar con discapacidad auditiva (que ahora tenemos cuatro) la gestión de lo relacionado con la enseñanza del idioma inglés, porque ellos no reciben esa lengua en ninguno de los niveles educativos precedentes.

“En las carreras de ingeniería, en las que se imparten contenidos de Geometría Plana, se hacen ajustes a los componentes para favorecer a los educandos con discapacidad visual. 

“En el caso del ingreso a la Universidad hay adecuaciones de condiciones por crear cuando un estudiante así se enfrenta al examen; por supuesto, sin violentar la transparencia que requiere esta dinámica”.

Las expertas insisten en que, en los últimos años, ha crecido la cantidad de jóvenes con discapacidades que deciden acceder a la Educación Superior. Afirman que el éxito del proceso y llegar plenos al momento hermoso de recibir sus diplomas pasa por muchas aristas; para eso, se preparan docentes y directivos de la casa de altos estudios tunera.

Una lección de inclusión y derechos humanos de la que debemos sentirnos orgullosos; y que la sonrisa amplia de un muchacho como Orlando nos dice que sí, vale la pena.

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