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Las Tunas.- Este 20 de diciembre la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) rebasa sus 100 años de vida. Superar el centenario, junto a los festejos, necesariamente conlleva reflexionar acerca de las esencias de una organización marcada por la historia y la juventud de sus miembros; por la firmeza, la belleza revolucionaria y el amor de sus maneras y motivos.

En Las Tunas, la fecha impone acción y reflexión, cálculo de lo logrado y de los desafíos de cara a un futuro por conquistar; en disputa hoy, como ayer.

Con el ejemplo inspirador del eterno Manicato, el joven revolucionario que tanto hizo en muy poco tiempo de vida, la generación actual crea y crece en las universidades de todo el país; fundar sigue siendo la palabra de pase. Y en cada alma mater se atestigua la formación no solo en saberes, sino en ciudadanía y humanidad, siempre con la aspiración martiana de ser útiles y corresponder a la estatura de un pueblo que les necesita.

feu16En el pasado X Congreso, ante la mascarilla mortuoria de Julio Antonio Mella, el micrófono que utilizó José Antonio Echeverría en su alocución al pueblo de Cuba el 13 de marzo de 1957, y con la insignia del brazalete que utilizaba la generación histórica de la FEU en la Sierra Maestra, los delegados al evento juraron lealtad a la Revolución y la reafirmación de la continuidad histórica. En el simbolismo del acto estaba el ala y la raíz de una organización tan joven como longeva; eterna en las fuerzas que la renuevan, cada año, en un reiniciar fecundo.

¡Que el empuje de la FEU no se detenga! ¡Que en cada diciembre renazca el espíritu de sus fundadores!

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