Foto: Rey López

Las Tunas.- A Mayito los reyes magos nunca le trajeron la bicicleta que quería de niño. Todavía recuerda las muecas silenciosas de su papá cuando él ofendía y ofendía porque les había dejado la yerba, el agua, todo… y nunca llegaron los regalos. Y entonces, cuando aprendió que el rey mago suyo no podía, sintió mucha vergüenza.

Esa es la razón de su satisfacción ahora, porque los muchachos de hoy en día "no son tan fainos de andar creyendo en boberías y tienen los pies bien puestos en la tierra".

En esos años se crecía temprano. Era el 5 de enero de 1971 cuando agarró, por primera vez en su vida, un machete y se vio en medio de un cañaveral. Ahora lo cuenta entre sonrisas y parece que el tiempo se le escurre en la mirada, trepidante.

Es cincuentenario en esos trotes, pero antes, cuando la vida obligaba al trabajo fuerte y sin miedo, resultaba apenas un jovencito entusiasmado, nacido en el barrio de África Chiquita, allá en San Manuel, tierra de caña buena y gente noble.

Y eso lo sabe muy bien el hombre que es. Porque ha andado, entre "matrimoniado" y trabajador, los sitios más diversos de esa zona de Puerto Padre. Lo mismo se siente en casa en La Canoa, que en Santa Bárbara o La Bomba.

Debutó entonces, aquel 5 de enero, en el central Guatemala, de Holguín; allí dejó los sudores primeros de su vida azucarera. Pero después han conocido su esfuerzo muchos centrales de Cuba; claro, ninguno con la pasión que le ha dedicado al de su pueblo, el Antonio Guiteras.

"Hay que rescatar la caña, la zafra es la vida de nosotros; los lugares se ponen distintos; hay más transporte, más alegría y la gente se llena de esperanzas.

"El país se ha desarrollado mucho en todas las ciencias; con esto de las vacunas uno se da cuenta de cuánta gente estudia y se supera en Cuba; sin embargo, hay que mirar para el campo.

"Porque también es cierto que está el que se ha ido acostumbrando a las cosas buenas sin tener que sudar; y, por eso, los lugares que eran cañeros de verdad hoy no tienen caña. Es algo que hay que atender, pero de verdad".

Mayito, o Mario Luis Ávila Balmaseda, por si usted quiere su nombre completo, es un apasionado de la pelota y sufre al punto de que su mujer, la noche en que el equipo suyo pierde, prefiere dormir en otro cuarto.

Eso me cuenta y no deja de sonreír; siempre tiene un dicharacho en la punta de la lengua y te suelta los saberes más fuertes como si estuviera haciendo un cuento, en una esquina cualquiera.

Ahora mismo, mientras usted sigue estas líneas, está en el campo, trabajando en la arrancada del "Guiteras" en esta zafra difícil, como tantas otras que ha vivido. Tiene esperanzas de que no sea la última; porque ahí va a estar, donde haga falta, siempre.

Como él, muchos hombres y mujeres en este país, curtidos por el trabajo duro del campo, tejen una historia cotidiana y anónima que hace de Cuba, un sitio mejor.

 

Comentarios   

Franz
# Franz 20-01-2022 14:44
Reconocimiento a este destacado machetero curtido por el trabajo duro del campo que siempre está dando su aporte done haga falta.
Responder

Escribir un comentario

Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.

Código de seguridad
Refescar