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Las Tunas.- En marzo continuó la curva ascendente de los confirmados de Covid-19 en esta provincia, al punto que rompió, y para peor, todos los récords en lo que va de pandemia.

BUSQUE EL PUNTO DE COMPARACIÓN CORRECTO

Si la cifra de 128 nuevos positivos de febrero parecía mucho, el tercer mes del año la dejó muy atrás: 207, reforzando de paso la tendencia a favor de los casos autóctonos frente a los importados. En comparación con otros territorios, dicho número parecería muy poco, pues en la capital del país en un día cualquiera se detectan tres y hasta cinco veces más esa cantidad.

Desde ese punto de vista es lógico pensar que Las Tunas tiene niveles de transmisión mucho menores, pero, ¡error!, el punto de referencia debe ser otro para comprender que también aquí se agravó el panorama.

Tomemos, por ejemplo, solo los positivos al SARS-CoV-2 contactos de casos confirmados de marzo: 192. Ese guarismo por sí solo supera al de los tuneros diagnosticados entre el 14 de marzo del 2020 y el 31 de diciembre del propio año. Dicho en otras palabras, en 31 jornadas se contagiaron más personas que durante los ¡292 días! de pandemia del calendario pasado.

Asimismo, marzo superó la cota de pacientes informados en un lapso de 24 horas, pues el día 15 se notificaron 20, dejando atrás los 15 reportados el 11 de febrero. Esa veintena de casos, por sí sola, es superior a todos los detectados en los primeros 139 días de la pandemia en suelo tunero.

Es cierto que la cantidad de positivos apreciada el 15 de marzo estuvo influida por los problemas del Laboratorio de Biología Molecular de la ciudad de Holguín, que originó un retraso imprevisto en el procesamiento de las muestras; y cuando comenzó a recuperarse ha elevado artificialmente las cuantías para una jornada. Sin embargo, lo ocurrido en esa fecha sí demuestra una transmisión incrementada, porque los modelos matemáticos pronosticaron seis casos diarios entre el 12 y el 25 de marzo, y en nueve se superó la referida previsión dentro de esa etapa.

Similar tendencia al alza se apreció en la nómina de focos activos e, incluso, por primera vez existió un evento de transmisión local, que afectó un área del reparto Buena Vista, en la ciudad de Las Tunas.

Precisamente, ha sido la capital de la provincia la que "empujó" hacia la zona roja los indicadores del azote del coronavirus en el Balcón de Oriente. Solo en el mes que nos ocupa, 131 residentes en esta localidad resultaron positivos a partir del contacto con otro caso confirmado; y ese número sobrepasa la totalidad de los detectados en la provincia entre marzo y noviembre del 2020 sin importar la fuente de infección.

CURARSE EN SALUD

Tiene razón el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, cuando afirma que Las Tunas ha mantenido un control de la pandemia, porque otros predios del Archipiélago, con poblaciones algo similares, registran tasas de incidencia por cada 100 mil habitantes mucho más altas. No obstante, aquí la tendencia es hacia el agravamiento del panorama epidemiológico, enfáticamente en la capital territorial.

Si hoy el escenario no es peor se debe a que las autoridades tuneras siguen siendo consecuentes con su estrategia de anticipar las medidas de control, precisamente, antes de que la situación se salga de las manos. He ahí la razón de que marzo haya sido, además, el mes del reforzamiento de los controles sanitarios en el municipio cabecera, al punto de cortar las rutas del transporte público de pasajeros estatal y privado desde y hacia el mismo; así como detener las actividades presenciales del curso escolar en su perímetro urbano.

"Lo importante no es el número de casos, uno solo que se reporte en un día es un problema para el territorio, porque puede generar unos cuantos más, mientras se incumplan las orientaciones", alertó el doctor Aldo Cortés González, vicedirector del Centro Provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología.

El evento de transmisión autóctona de la Calle 13, del área de Salud del policlínico Gustavo Aldereguía Lima, lo demuestra; como también lo hace el foco en un edificio del municipio de Majibacoa, con repercusión en el central azucarero de allí. "Tenemos que profundizar en la autopesquisa y pensar que en tiempos de la Covid-19 el catarro es un síntoma de esa enfermedad y hay que acudir al médico”, indicó.

La amenaza de la propagación en centros de trabajo persiste entre los peligros que enfrenta la tierra de Vicente García; aun cuando estos no han sido un lugar de contagio, sino que las personas ya acuden enfermas. Por eso, subrayó, hay que extremar las pesquisas activas y las acciones de contención en cada institución, además de mejorar la comunicación entre las administraciones y el sector de Salud, para dar el seguimiento adecuado al trabajador aislado por su sitio de residencia.

La percepción de riesgo sigue sin estar en correspondencia con el contexto epidemiológico actual, por eso vale la exhortación de Cortés González: "Los tuneros nunca nos hemos quedado atrás y tenemos que actuar con mucha disciplina, organización y responsabilidad para vencer esta batalla".

marzo covid19

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