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Las Tunas.-  Cuando en marzo de 2020 la Covid-19 llegó a esta provincia, los estudiantes y profesores de la Universidad de Ciencias Médicas supieron que no serían pocos los desafíos, y no se equivocaron. Desde ese momento asumieron, sin vacilaciones, un rol protagónico en el enfrentamiento a una enfermedad que todavía azota al mundo.

Muchos tuneros no olvidan los rostros de los jóvenes que tocaban de puerta en puerta, indagando por el estado de salud y “regalando” esperanzas. Se les vio desempeñarse con amor y causaba admiración ver cómo hacían honor a su uniforme.

“En un primer momento se incorporaron tres mil 75 estudiantes a las labores de pesquisas en las comunidades para identificar los casos presuntivos o sospechosos de la enfermedad. Los estudiantes establecieron empatía con las familias e, incluso, ayudaban a los abuelos que estaban solos en sus hogares a buscar sus medicamentos, gestos dignos de reconocer”, dice la doctora Yadira Escobar Pérez, vicerrectora de la institución.

A un año de aquel inicio, la doctora recuerda que las primeras acciones estuvieron encaminadas a la capacitación de la población, que incluyó a representantes de las organizaciones de masas, a los diferentes sectores y al personal que iba a estar en zona roja.

“El adiestramiento estuvo centrado en las medidas de bioseguridad para evitar el contagio con la enfermedad. Todo el proceso aconteció de una manera muy organizada, y previamente nuestros profesionales recibieron la preparación científica de cómo enfrentaríamos la pandemia; incluso, algunos viajaron con ese fin hasta el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí.

DE NUEVO A LAS COMUNIDADES

Ahora que Las Tunas vive el escenario epidemiológico más complejo por el alza de casos positivos a la Covid-19, y se decidió suspender las clases presenciales para evitar los contagios en esos centros, los estudiantes de las Ciencias Médicas vuelven a las calles tuneras a prestar  servicio.

Los alumnos mantienen comunicación estrecha con sus profesores y a través de la Universidad Virtual de Salud reciben contenidos teóricos. Así lo constata el joven Eduardo Rondón, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).

“Hemos mantenido el proceso educativo a distancia y ha sido un reto para la FEU. Hoy tenemos que ser más entusiastas, proactivos y desarrollar todas estas actividades desde el plano virtual y buscar otras maneras de hacer. Participamos en las actividades productivas de apoyo a la economía del país”, asegura.

Comenta que los estudiantes que cursan el último año de las carreras de Estomatología, Medicina y Enfermería han estado vinculados directamente a la asistencia médica.

Quienes están en las pesquisas casa a casa tienen el propósito esencial de identificar personas que tengan síntomas asociados al coronavirus o cuadros respiratorios agudos; a esa labor se han incorporado becarios extranjeros. También hacen promoción de Salud, pues explican a los moradores la complejidad de la pandemia.

La Universidad de Ciencias Médicas continúa a la vanguardia y ratifica el compromiso y disposición con esta lucha, que es de todos los cubanos. Su sede ha servido como centro de aislamiento para contactos y viajeros, y hoy asume nuevamente esa tarea, ahora como recinto para aislar a sospechosos de la enfermedad.

Allí se ha laborado de manera cohesionada con el personal que está en la zona roja, y un grupo de ellos son trabajadores de la propia institución. Hay estudiantes abanderados y listos para entrar cuando sea preciso.

El saberse útiles y la gratitud de los tuneros son las mejores recompensas al esfuerzo de más de 12 meses. Y seguirán ahí, dando lo mejor de sí, y haciendo lo que más les place: velar por la salud del pueblo.