Moscú.- Rusia reaccionará al incremento del potencial militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el Ártico con medidas de carácter preventivo, declaró hoy el embajador ruso de misiones especiales, Nikolái Korchunov.
"Para reaccionar a estos retos y amenazas, Rusia adoptará el complejo de medidas que se derivan de las tareas que trazó el presidente, Vladimir Putin, en el Concepto de Política Exterior y en la Estrategia de Desarrollo del Ártico ruso hasta 2035", dijo el embajador a la agencia de noticias Sputnik.
Korchunov señaló que el aumento de las tensiones políticas y militares en el Ártico se debe a la línea no constructiva que adoptaron Estados Unidos y sus aliados, sobre todo en el contexto de la operación militar en Ucrania.
"El rumbo al incremento del potencial de la OTAN en la región ártica, incluida la adhesión de Finlandia a este bloque y el posible próximo ingreso de Suecia, indica que en la OTAN prevalecen los guiones militares al tratarse del afianzamiento de la seguridad propia en las latitudes norteñas", apuntó.
Según agregó, Moscú seguirá contribuyendo a la creación de condiciones favorables para elevar la confianza mutua en el Ártico en aras de la estabilidad, la cooperación y el diálogo constructivo.
En mayo del 2022, ante los acontecimientos en Ucrania, Finlandia y Suecia dirigieron al secretario general de la OTAN solicitudes de ingreso en el bloque bélico. Para la admisión se necesitaba recibir el visto bueno de todos los países miembros.
Al principio, Ankara bloqueó el proceso de trámite de las solicitudes, pero el 29 de junio Türkiye, Suecia y Finlandia firmaron un memorándum de seguridad que, según aseguró la OTAN, considera las preocupaciones de Ankara relacionadas con la lucha antiterrorista y las limitaciones a los suministros de armamento.
Antes del comienzo del 2023 las solicitudes de Suecia y Finlandia fueron ratificadas por 28 países de la OTAN de los 30 en total. Hungría y Türkiye desearon examinar la solicitud sueca separadamente de la finlandesa.
El 31 de marzo concluyó la ratificación de la solicitud de Finlandia por todos los miembros de la Alianza Atlántica. En el caso de Suecia, su solicitud de ingreso sigue en el aire ante las reticencias de Hungría y Türkiye.
