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periodistas tuneros recuerdan a Fidel

Las Tunas.- Esta mañana, víspera del 25 de noviembre, un grupo de periodistas de esta ciudad se dieron cita en la Casa de la Prensa para “conversar de Fidel”. No fue un encuentro de esos que llevan jerarquías y nostalgias; apenas resultó un diálogo de colegas de generaciones distintas que, en algún momento, estuvieron cerca de él.

Algunos llevaron fotos; otros, confesaron tener inéditas en rollos antiquísimos y se escurrieron anécdotas divertidas del primer encuentro, la cobertura aquella en la que la grabadora Tesla les jugó una mala pasada y hasta de la primera vez que escucharon su nombre, siendo niños y sin tener una idea exacta de cuán relevante sería su impronta en la vida de cada uno de ellos.

Fidel estuvo en Las Tunas alrededor de 20 veces de manera oficial, y algunos de los periodistas del territorio que lo acompañaron en las visitas hablaron de sus manos huesudas, el verde olivo impecable de la ropa y de la imponente y gentil figura que era capaz de abarcarlo todo, aunque se estuviera a una distancia prudencial de su gesto.

Peñita confesó que llegó a fotografiarlo a escasos centímetros de distancia; Adalys habló del día memorable en el que se reunió con la prensa y les dijo: “Vamos a conspirar”, encaramado en una mesa; y Eugenio recordó la reunión aquella en la que el saludo fue una pregunta directa, hecha de frente, a todo pulmón.

István, por su parte, aseguró tenerlo lejos de la idea de omnipotencia en la que muchos lo enlatan: “Fidel sabía que se podía, pero no por ser un iluminado, sino porque se informaba de todo, creía que era posible cada cosa con trabajo y esfuerzo. Y no es bueno idealizarlo o recordarlo con tristeza”.

Del encuentro, entre las tantas ideas que se abrieron paso, quedó la de aunar la experiencia dispersa, hurgar en la memoria colectiva e ir dando pasos para tejer la huella del hombre en estas calles; esa es una manera concreta de rendirle homenaje a su acción y también a los hijos de Las Tunas que bebieron directamente de su savia.