dibujosDibujos de alumnos y profesores que estuvieron en la zona roja del 22 de febrero al 1ro de marzo del 2021.

Las Tunas.- Día séptimo: Domingo, 28 de febrero del 2021. Tema: El séptimo día
Dios descansó de su obra al séptimo día, pero nosotros no tenemos tiempo. Bajo de primero a ponerme la ropa: piyama, botas, gorro, nasobucos (interior y exterior, aunque yo me pongo otro más exterior, o sea, tres), bata, guantes y careta. Últimamente, la competencia se me ha puesto fuerte. Cada vez que bajo ya están Maikel y Eduardo disfrazándose.

El 19 de marzo, el profesor de la Universidad de Las Tunas, Norge Manuel Peña Hernández, posteó lo anterior en su perfil de Facebook. Días antes había comenzado a compartir el relato de esas jornadas en las que, de alguna manera, y según él mismo escribió, se había sentido como Máximo Décimo Meridio, o en otras palabras, como el pintoresco señorito de la película Gladiador.

Durante una semana, el joven licenciado en Humanidades, integró un equipo de siete estudiantes y cinco pedagogos de la casa de altos estudios que se ofrecieron para apoyar las labores en el centro de aislamiento habilitado en la sede Vladímir Ilich Lenin.
Cada letra es el recuento de días de voluntariado en los que, ante todo, primó la voluntad de ser útiles, el compromiso con la vida, con su pueblo… con Cuba. En la primera de esas memorias, Norge recuerda la llegada al centro:

Siete crónicas rojas
Día primero: lunes 22 de febrero del 2021. Operación: Mambrú se fue a la guerra.
(…) De pronto: “Hay que repartir merienda. Necesitamos dos voluntarios ya”. A la pregunta de quiénes van a ser los pantristas, salimos el profesor Vladimir y yo. Nos visten con la ropa necesaria, los medios para cuidarnos (…). Nada de eso impide que ese primer momento impresione, sobre todo, cuando te pones encima toda esa cantidad de cosas y allá se ve una cinta anaranjada que delimita la zona a la que han nombrado con el atractivo color de “roja”. Tu inconsciente se dispara con la lógica de: roja es igual a contagio, contagio es igual a muerte. Pero tu consciente reflexiona y responde que bien puede no ser así, sobre todo, cuando te proteges bien. De manera que eres más cuidadoso que nunca y avanzas.

limpiezaA la vuelta del reloj -narra el joven-, los integrantes de la guerrilla universitaria empiezan a creerse que le toman la vuelta al asunto; pero cada día es un desafío y en algunas oportunidades, como sucedió en la cuarta jornada de estancia, cuando el trabajo parecía haber concluido, todo recomenzó.

Día cuarto: jueves, 25 de febrero del 2021. Tema: La jornada más larga
(…) Justamente cuando limpiábamos las bandejas, una de las tareas más desagradables y agotadoras, llegó lo inesperado: una guagua Diana con un traslado de nuevos ingresos que nos complicarían la noche. Había que abandonar el pasillo, esperar a que todos fueran recepcionados y ubicados, fumigar y continuar con la limpieza de todos los recipientes que habíamos usado nosotros y los que habían utilizado los pacientes.

Quizás no parezca mucho, pero si piensas que has pasado todo el día lleno de trapos como si fueras un monje con lepra, respirando como si estuvieras en la estratosfera (con dos nasobucos y a veces hasta con tres), y haz subido unas 10 o 15 veces las mismas escaleras cargando cosas, no te extrañaría tener nuestro mismo nivel de entusiasmo cuando vimos llegar a bordo aquella nueva tripulación.

Es entonces cuando Norge homologa la épica del circo romano con un día de voluntariado en un centro de aislamiento, en una lucha contra un virus mortal, cuya "corona" la Humanidad se esfuerza por arrancar hace ya más de un año.

"Tal parece que prefiriera morir de cloro que de coronavirus", apostilla en una de sus crónicas; como si se pudiera elegir, como si la muerte no fuese solo eso, muerte al final... Aun con tanta "armadura", un centro de aislamiento continúa siendo un potencial campo de batalla, mortífero, tal vez, si se violan los protocolos... sí, mejor que sea por cloro.

Aunque aquel parece no ser el lugar ideal para grandes elucubraciones, y sí para reconocer en el otro un hermano, para ignorar las miserias y abrazar las grandezas cotidianas, para justipreciar las gratitudes… resultó imposible no dedicar minutos a la introspección.

Día quinto: Viernes, 26 de febrero del 2021. Tema: Resiliencia
Cómo explicar la actitud de Julius Fucik narrada en Reportaje al pie de la horca, o la de Ana Frank en su diario mundialmente conocido, o la de los revolucionarios liderados por Fidel después de reveses como el Moncada o Alegría de Pío. La respuesta puede estar en las ideas que impulsaban sus vidas. Quizás la creencia en la posibilidad de cumplir un buen propósito a favor de los demás, quizás la convicción de que valía la pena sin importar el sacrificio. Quizás era resiliencia: capacidad para sobreponerse a las dificultades y construir a pesar de ellas. (…)

De esa materia intangible hemos bebido los cubanos, nos ha tocado, no hay de otra. El último año puede dar fe y testimonio. Cual una reserva para tiempos de guerra, la resiliencia ha sido un signo de este país.

Un descanso momentáneo, admirar la luna, El Capital de Karl Marx, la caída del campo socialista, la educación preuniversitaria, Angola, la familia Rionda y su emporio azucarero, los métodos de investigación histórica… lo humano y lo divino fue objeto de conversación en esos días.selfie norge

No recuerdo haber escuchado pantristas con temas de tan elevado nivel intelectual, expresa Norge en su bitácora. ¡Y mire que estos profesores devenidos pantristas trabajaron! Tal vez el aplauso de sus compañeros en el epílogo del sacrificio fue el reconocimiento a las extensas jornadas de trabajo, interpretadas junto a los profesores Maikel, Eduardo y Vladimir.

Fue genial el último día por la mañana, después de repartir la última merienda, cuando los cuatro, después de pasar por el cuarto de desinfección o filtro, llegamos a la beca y los demás muchachos del grupo comenzaron a aplaudir. No sé a quién se le habrá ocurrido esa idea, pero fue un gesto estupendo.

Al fin… después de días de paranoia, de agradecer, de vuelta, un "gracias"; de ensayo y error, de muestras de efecto, de aprendizaje, de confirmar el valor de la solidaridad frente a la fragilidad de la condición humana, de acompañar en el calvario… todo estaba cerca de terminar. De ese momento escribió:

Día séptimo: Domingo, 28 de febrero del 2021. Tema: El séptimo día
(…) Durante el desayuno la gente se muestra otra vez agradecida. Creo que en eso influye mucho la amabilidad de Eduardo. Dicen que un anciano no come desde el día anterior. Todos piensan que es Covid-19: es uno de los síntomas. Me asalta la curiosidad por saber quiénes son los que vienen a sustituirnos el lunes.

Tal vez porque la mejor manera de decir es hacer, para entonces Norge confiaba en que ese relevo estaría asegurado; confiaba, además, en esa dosis de ternura que impela hacia el deber por duro que este parezca.

Día octavo: Lunes, primero de marzo del 2021. Tema: Creo que conté mal
(…) Ha terminado una “aventura” y comienza otra. Me voy con una buena noticia: el anciano que no quiere comer no está enfermo de Covid-19, su problema es otra cosa.

Es esa la última de las ocho, que no siete, crónicas rojas. El recuento de esa vivencia inolvidable concluye con la publicación de un dibujo, de su autoría, de cada uno de sus compañeros: Doce formas de dibujar a un valiente, tituló la serie.

Cada semana, al centro de aislamiento habilitado en la sede Lenin de la Universidad de Las Tunas llega un nuevo grupo de voluntarios. Justo cuando ponemos el punto final a estas notas el quinto team de valientes regresa a casa.

Antes de incorporarse al aislamiento protocolizado, tras finalizar estas labores, uno de ellos posteó: "Mi último día de trabajo, valió la pena el estar aquí, dándolo todo". Por extrañas asociaciones recordé, entonces, estas estrofas:

Es necesaria cierta dosis de ternura
para adivinar, en esta oscuridad,
un pedacito de luz,
para hacer del deber y la vergüenza una orden.

¡Qué orgullo de tantos que han hecho, en esta larga noche de tinieblas, del deber y la vergüenza, otra vez, un arma de y para la defensa de Cuba! En esta hora, debemos a muchos la sobrevida.

Nosotros, los sobrevivientes,
¿A quiénes debemos la sobrevida?

 

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