Las Tunas.- En medio de las limitaciones ocasionadas por el recrudecimiento del bloqueo económico, que impide la importación de pienso para la alimentación animal, las unidades productivas en esta provincia y porcicultores de vanguardia adoptan estrategias con la premisa de fortalecer la masa básica (reproductoras y sementales) y evitar el declive de la producción porcina.

Sin depender del alimento importado, y sí creando la base alimentaria para el rebaño, las acciones en el sector se encaminan hacia una recuperación futura de la producción de carne de cerdo, “para lo cual ahora es imprescindible mantener a los animales con nutrientes obtenidos desde lo local y aligerar la pesada carga que significa para la economía del país la compra cada año de cientos de miles de toneladas de pienso”, dijo a 26 Michel Guerrero Jomarrón, director de Técnica y Desarrollo en la Empresa Porcina.

Según refiere el directivo, “dentro de las principales alternativas en las que se trabaja para consolidar el programa están las siembras de cultivos como la yuca, el maíz, el sorgo y la soya, producción que permite complementar la dieta del ganado y hacer un uso mínimo de los nutrientes importados. A la vez, se desbrozan nuevas áreas en cada uno de los municipios a fin de incrementar las parcelas dedicadas a las plantas proteicas”, explicó.

Un elemento imprescindible, a juicio de Guerrero Jomarrón, es el fortalecimiento del encadenamiento productivo con otras industrias. “Con la unidad empresarial de base (UEB) Tecnoazúcar, por ejemplo, hemos garantizado más de 612 toneladas de ensilado, con el Lácteo cerca de 700 toneladas de suero, igualmente con la Empresa Cárnica se han aprovechado unas 50 toneladas de desperdicio industrial”.

Además, “en convenio con la entidad pesquera, llegan hasta las unidades porcinas 20 toneladas de morralla y la Empresa Azucarera nos ha entregado 200 toneladas de miel, más de 30 de caña y en conjunto con diversas formas productivas hemos obtenido otras cantidades de maíz, yuca y plantas proteicas. Tales producciones contribuyen a complementar la dieta de los cerdos y se le añade las mezclas elaboradas mediante las máquinas forrajeras, con las que cuenta cada una de las unidades empresariales básicas porcinas”.

El director de Técnica y Desarrollo enunció que otras de las alternativas para una mejor alimentación de las especies es el bombeo doble de agua, con lo cual evitan que los cerdos pasen sed, y así aprovechan las capacidades de las instalaciones, “bajando la carga animal por corral y aumentando el espacio vital, con el propósito de eliminar la competencia a la hora de alimentarse y que cada ejempar se beneficie de la nutrición”, expuso.

El territorio tunero cuenta con más de 14 mil 800 animales, distribuidos en los Integrales Porcinos I y II, el Multiplicador de Manatí y las UEB La Herradura y El Bleo. “Cada uno de estos sitios, cuenta con calderos de cuatro toneladas de capacidad para cocción de los desperdicios”, notificó.

Crear garantías para sostener la masa básica porcina y que en un futuro se recupere este programa es la máxima de la empresa tunera. Urge entonces encadenar procesos que permitan garantizar materias primas para conformar la base alimentaria desde lo local y depender menos del pienso importado. Alcanzar la estabilidad de la carne de cerdo en el mercado constituye la gran misión.