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Las Tunas.- La estrategia de vender algunos productos indispensables mediante el control de la libreta de abastecimientos, asegura una distribución más equitativa entre los tuneros, pero al interior del proceso persisten deficiencias que todavía limitan su alcance y continúan causando malestar a las personas que acuden a las tiendas.


En conversación con 26, Rolando Rodríguez Rojas, al frente del Grupo Empresarial de Comercio en Las Tunas, explica la estrategia que han definido de conjunto con el Consejo de Defensa Provincial (CDP) y las cadenas de tiendas para proteger a los consumidores y perfeccionar los mecanismos creados.

venta productos“La venta de productos de primera necesidad a través de la libreta, sin que se anote, para los núcleos familiares se realiza mediante un inventario definido y teniendo en cuenta las bodegas- puntualiza Rolando-. Seguimos un orden establecido por el CDP y por la dirección de Comercio, y en dependencia de los inventarios de los que dispongan las cadenas de tiendas.

“No es una tarea sencilla, Las Tunas cuenta con 68 mil núcleos familiares, y al menos en el futuro próximo no nos será posible eliminar las colas, ahora lo que sí podemos e intentamos hacer es que se cumplan los protocolos establecidos por las autoridades sanitarias y en la medida de lo posible evitar las aglomeraciones innecesarias.

“Se chequea constantemente el cumplimiento de las medidas higiénicos sanitarias, uso de nasobuco, distanciamiento de más de metro y medio entre las personas, desinfección de las manos. Tenemos representantes de los Consejos de Defensa de Zona (CDZ), directivos de Comercio, destacamentos de enfrentamiento a las ilegalidades y el acompañamiento del personal de la Dirección Integral de Supervisión y del Ministerio del Interior”.

El director del Grupo Empresarial de Comercio confiesa que aún persisten desajustes que deben ser resueltos mediante una comunicación más constante y precisa entre las cadenas de tiendas, los CDZ y la dirección de Comercio.

“Nos hemos establecido la prioridad de que en la venta de los productos cárnicos y aceite exista un respaldo de productos, para abastecer a la cantidad de núcleos familiares convocados y que las cifras no se queden por encima, pero tampoco por debajo en ninguna unidad; en los últimos tiempos esto se ha venido ajustando.

“Otra limitante es la llegada de los productos en diferentes momentos; o sea, hoy vendemos el aceite y al otro día el pollo, o viceversa. Y la cuestión es que estos recursos vienen de distintos proveedores, y aunque estamos conscientes que es un viaje adicional para la población esa eventualidad no depende de nuestros esfuerzos.

“Sabemos también que falta mejorar la organización para que los consumidores de las bodegas compren sus productos en unidades que les queden más cercanas. Asimismo requerimos una mejor comunicación de las cadenas de tiendas con los demás involucrados para saber la hora exacta en la que iniciará la venta de los productos, informar oportunamente y evitar largas esperas”.

El directivo agregó que los impedidos físicos y demás personas vulnerables tienen prioridad en las colas y las embarazadas, aunque no se les convoca, en caso de estar a la espera también son favorecidas. La sociedad cubana ha respetado siempre los valores de solidaridad y aun en medio de crisis epidemiológicas y escasez de recursos no pueden menguar nuestros valores.