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Las Tunas.- «La crianza ovino-caprina en la provincia de Las Tunas ha tenido tres años muy tortuosos por las enfermedades aparecidas en ese período, especialmente la oestrosis, y la insuficiente disponibilidad de medicamentos para tratarlas».


Esas palabras de Osmani Medina Blanco, técnico productivo y médico principal de la Unidad Empresarial de Base Ganado Menor en el territorio tunero, resumen una difícil situación que ha provocado serias consecuencias en los rebaños, con una disminución sustancial de los ejemplares, especialmente de carneros.

«La mortalidad es relativamente alta. Sucede cuando hay una enfermedad nueva porque no se conoce cómo controlarla. Por ejemplo, en el año 2018 perdimos unos ocho mil animales y el 90 por ciento fue por la infestación con el Oestrus ovis o gusano de la nariz.

ganaderia«Se trata de una mosca que produce larvas y estas viven en las fosas nasales del carnero. No es un padecimiento traumático desde el punto de vista infeccioso; pero es muy perjudicial para la fisiología del animal. Concretamente, son gusanos caminando por sus fosas nasales y alimentándose del mucus que ahí se produce. El animal tiende a no comer, baja de peso y se debilita su sistema inmune hasta la muerte».

Es un problema típico de los ovinos y se conoce desde hace muchos años en Europa, África y algunos países de América. A Cuba llegó por la parte oriental, y se reportaron casos en Guantánamo, Santiago de Cuba y Granma.

En las Tunas apareció en febrero de 2017, por el municipio de Majibacoa. Al ser una enfermedad de rápida extensión, ya está en toda la provincia.

«Sucede que, hoy por hoy, no hay una vitrina de medicamentos lista para usarla cuando aparecen los problemas y en Cuba no ha estado la solución para ese padecimiento. Incluso, carecemos de los recursos necesarios para tratar otras situaciones.ganadomenor1

«El Grupo Empresarial Labiofam, que es el proveedor de medicamentos, está teniendo dificultades de insumos. Los ovejos, las cabras y los conejos que son nuestro rango de acción, son susceptibles de padecer enfermedades, algunas muy graves como el estigma contagioso o la coccidiosis en los conejos.

«Además, en época de lluvias hay muchos problemas podales. Eso no era difícil atenderlo años atrás; pero, ahora sí.

Por la falta de medicamentos industriales, los criadores apelan a otras soluciones, incluyendo la medicina verde, con lo que controlan la enfermedad pues eliminarla es imposible.

«En algunos casos usan Labiomed o formol. Nosotros recomendamos usar la Larvametrina, que es un producto diseñado para las larvas de moscas, como preventivo y curativo, con buenos resultados. Hay quien ha usado el árbol del nim, Permetrina y muchas cosas que de una manera u otra alivian el problema.

«Lo importante es adoptar las medidas urgentemente. Hay que sanear los rebaños, separando los animales enfermos de los sanos y aunque la mosca es difícil de detectar, lo recomendable es evitar que llegue a poner sus huevos porque los gusanos pueden estar hasta nueve meses dentro de las fosas nasales».

En Las Tunas se aprende a vivir con el Oestrus ovis; pero, no puede haber confianza. El futuro de la ganadería ovina se gana hoy con la prevención.