Las Tunas.- Con el sol de por medio, empeñado en derretir lo que se cruce a su paso y dos hileras de sudor deslizándose por el rostro, para dar fe de que este verano la vida misma lleva sensación térmica de desierto, Miriam, comparte con 26 su infortunio de martes, frente a la heladería Las Copas.
“Me comentó una vecina que la reabrieron y traje muy contenta a mis nietos. Me imaginé que los precios no iban a ser los mismos, porque ya hasta las ofertas estatales le perdieron el respeto al dinero, pero me llevé tremenda sorpresa. Para resumir, una ensalada costaba más de 200.00 pesos, qué falta de respeto. Y no vaya a pensar que el helado era muy bueno, nada de eso.
“Otra consumidora comentó que el producto venía de una mipyme, por eso los costos tan elevados. Yo me molesté, primero, porque se me fue todo el dinero que tenía para atender a los niños, y segundo, porque siento que hay servicios que se deben proteger y uno es este. ¿A dónde vamos a llevar a los pequeños estas vacaciones? Yo soy profesora de Ciencias, mas siento que la cuenta no da. Deberían divulgar que a Las Copas los trabajadores solo pueden venir una vez al año…”.
Desde la reapertura del servicio en el mismo corazón del bulevar tunero, una ola de comentarios ha acompañado el suceso, a la par de quienes llegan impulsados por luchar contra las altas temperaturas. Desde las redes sociales también se ha debatido en exceso.
Yolanda Mireya escribió en la página de Facebook de 26: “Mi experiencia: precios altos y mala calidad, pedí chocolate y no supe qué sabor era, y derretido”. Por su parte, Yendrys Rojas sentenció en mayúsculas: "Supermala calidad, precios exorbitantes y el helado aguado. La copa abajo llena de trozos de fruta bomba para dar menos de lo que toca”.
Clara Olguita enfatizó: “Muy triste, sobre todo, porque para complacer a un niño se necesita de renunciar a la canasta familiar. La famosa ensalada con cuatro pequeñísimas bolitas a 220.00 pesos, del helado que llamamos los tuneros: agua'o”.
EL RETO DE MANTENER UNA OFERTA ESTABLE
Norbert Reyes Leyva, director de la unidad empresarial de base (UEB) Bulevar, a la cual se le anexó ahora Las Copas, confiesa que su mayor reto ha sido mantener la oferta de helado, principalmente en la etapa estival y por la afluencia de niños al lugar.
“Estamos prestando servicio en el salón y en la parte de afuera, con precios diferenciados, pues el helado viene de dos proveedores. En el exterior vendemos lo que nos suministra la Empresa de Productos Lácteos -explica el directivo. Hay combinaciones que llevan bolas más grandes y otras más pequeñas, de ahí que también varían los costos, pero la oferta es intermitente, no todos los días nos abastecen”.
Al respecto, Osmany Atencio Legrá, director técnico productivo del Lácteo, aseguró a este medio que ciertamente la industria ha mantenido un abastecimiento inestable por falta de materias primas, sobre todo, de leche y grasa vegetal. “Hemos hecho varias formulaciones en busca de estrategias para mantener la presencia de helado este verano -enfatizó Osmany. Estamos probando con pulpa de frutas que adquirimos en la fábrica Liberación y otros agregados. Actualmente recibimos recursos para apoyar la temporada estival y vamos a producir diariamente alrededor de 500 galones, priorizando los organismos del compromiso social”.
SERVICIOS DIFERENCIADOS
La inestabilidad de este abastecedor puso al directivo de Las Copas en el camino del encargo no estatal, por supuesto, con costos más elevados. “Nos dimos a la tarea de buscar otras fuentes y ahí surgió el encadenamiento con un trabajador por cuenta propia (TCP) que hasta la fecha ha honrado los contratos y mantiene una presencia estable. Su producto lo comercializamos en el reservado y por supuesto es más caro, comentó Norbert.
“El reservado es un área climatizada con otros insumos, diferente confort, el helado tiene más calidad que el del Lácteo y la ensalada cuesta 220.00 pesos. Escuchamos a los consumidores y sabemos que muchos no entienden la inequidad de los precios; sin embargo, otros tantos agradecen que existan opciones para disfrutar en familia.
“Las combinaciones llevan bizcochos, hay unas con mermelada, merengue, frutas; y todo eso influye al formar la ficha de costo. Nos esforzamos por brindar un servicio bueno, por ganarnos la aceptación del público, pero si compramos a precios elevados estamos obligados a ser rentables.
“Rescatamos el servicio del helado y eso nos complace muchísimo. La unidad cuenta con 19 trabajadores y tenemos que garantizar sus ingresos. Hay que destacar que las ventas han sido muy buenas, al cierre de la primera decena fue una de las UEB de su tipo que más vendió.
“Además del helado estamos vendiendo pan con queso, hamburguesa, jugos, lo mismo para llevar que en el salón. Nuestra expectativa es diversificar producciones para aprovechar la posición estratégica del inmueble y, a la par, llevar a la población un servicio de buena calidad".
¿ABARATAR PRECIOS?
“Estamos intencionando que la fábrica de helado se instale aquí, precisamente en el mismo Bulevar, hay un espacio que puede utilizarse -detalló Reyes Leyva. El TCP está de acuerdo y eso podría quitar el gasto de transportación que lleva incluido, porque está un poco distante de la ciudad y abarataría el helado en alguna medida.
"Daría solución también a los problemas que estamos presentando con la congelación, pues el producto viene desde Guáimaro y los carros que lo transportan tienen el sistema de refrigeración en malas condiciones y reitero, el servicio es caro”.
Las Copas ha sido desde sus inicios un lugar de bastante afluencia de niños y largas filas en las afueras del inmueble. Se ha caracterizado siempre por ser un sitio de precios módicos, donde cualquier familia se puede tomar unas bolitas de helado. Ahora, afortunadamente, reabre sus puertas, pero por más que coexista con un servicio diferenciado, debería protegerse la opción más económica para los tuneros de a pie que buscan hoy refrescarse en sus instalaciones.
La inequidad de los precios es una realidad de estos tiempos, mas una oferta estable del Lácteo, en correspondencia con la etapa veraniega garantizaría que la parte externa pudiera adornarse más de infantes y proteger de buena manera los bolsillos de los padres que buscan complacer a sus retoños. Falta, entre muchas cosas, intencionar más los compromisos.
Es un reto gigante para las nuevas formas de gestión mantener las tablillas llenas de ofertas y los servicios estables en correspondencia con precios accesibles, sobre todo, porque nacieron con las miras hacia la rentabilidad. Pero tampoco puede cargarse el precio de una copa de helado con costos adicionales que disimulen ineficiencia, falta de gestión y de mejores estrategias comerciales para mantener las unidades a flote.
