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Foto 1 Universidad agricultura Pial

Las Tunas.- Cerca de medio centenar de toneladas de órgano mineral produjo, hasta la fecha, la Empresa de Suministros Agropecuarios de Las Tunas, lo cual constituye un aporte al país, ante el déficit de fertilizantes en la agricultura cubana en la actualidad.

Rolando Cabrera Sánchez, director comercial de la entidad perteneciente al Grupo Empresarial de Logística del Ministerio de la Agricultura (Gelma), declaró que de esa cifra ya comercializaron unas 20 toneladas, con destino fundamentalmente a la Granja Urbana del municipio de Las Tunas.

El compromiso, dijo, es facturar unas 150 toneladas del surtido al finalizar el mes de agosto, para lo cual poseen los componentes necesarios: el sulfato de amonio, materia orgánica obtenida de las vaquerías o los porcinos, excedentes de la industria azucarera y compost, esencialmente, aunque también se pueden utilizar otros elementos.

Para los próximos días, declaró, debe dispararse la producción a partir del funcionamiento de un nuevo local para estas labores y el acondicionamiento de sitios similares en los territorios de Puerto Padre, Majibacoa y Colombia, lo que significará un positivo aporte al trabajo ya iniciado en el autoconsumo de la entidad.

Detalló que de ser necesario extenderían el proceso hasta la casa de cultivos La Siguaraya, en Vázquez, lo que también beneficiaría a ese sitio dedicado a esta modalidad agrícola tan apreciada por la población.

El órgano mineral facturado en Las Tunas, conocido por su nombre comercial como Orgatún, se obtiene de una mezcla de productos minerales y abonos orgánicos, lo que lo convierte en una variante o alternativa de la fertilización integrada, explicó el experto.

Además de este surtido, la Empresa de Suministros Agropecuarios comercializa, con destino al sector, microorganismos eficientes producidos por la Empresa de Laboratorios Farmacéuticos (Labiofam), y otros fertilizantes como el Bayfolán, el Ceberefer y el Nicosave, producto semindustrial elaborado a partir del polvo del tabaco, con la ventaja adicional de una amplia aplicación en cualquier tipo de cultivo.

Ante las dificultades financieras que enfrenta el país, la ciencia local acompaña a los productores en pos de producir más alimentos y potencia el empleo de alternativas como los abonos orgánicos y el humus de lombriz para suplir la falta de fertilizantes químicos, al tiempo que estimula el uso de opciones biológicas para la eliminación de plagas.