Puerto Padre, Las Tunas.- Por estas fechas, la Villa Azul viste diferentes tonalidades de grises por el estado del clima. Calles mojadas, arrastre de tierra y demás desechos, charcos y un mar de poca tranquilidad componen el paisaje urbanístico de Puerto Padre. En tanto, las controversias cotidianas giran alrededor de cuánto más puede continuar tal situación o si resulta beneficiosa para la producción de alimentos, incluso, los de mayor experiencia rebuscan en la memoria por eventos similares en el pasado.
De acuerdo con datos ofrecidos por Joandro Vidal Sánchez, especialista principal de la Estación Meteorológica en la ciudad, "tuvimos un acumulado de precipitaciones en los primeros cuatro meses del año de 78,1 milímetros (mm), mientras el arribo de mayo se presentó muy lluvioso. De los 31 días del mes, ocurrieron lluvias en 17 de ellos, cuando se acopiaron 233, 7 mm. En comparación al recolectado histórico para este lapso existen 98,9 mm por encima. Es decir, ha sido bastante favorable para el sistema hidráulico, pero la sequía precedente imposibilita igualar cifras récords para dicha etapa".
Un alto en el camino han significado los chubascos, sobre todo, en horario de la tarde, de cara a la rutina de los puertopadrenses. "Son muchas jornadas de lluvia; sin embargo, en solo una de ellas se superaron los 70 mm, para más exactitud: 76,2. Por ejemplo, evidenciamos una precipitación ligera continua de 11 horas con 55 minutos que depositó poco más de 33 mm. Aun así, este calendario supera a los tres anteriores, en igual período", explicó Vidal Sánchez.
Si bien la atención de los parámetros en los embalses exhorta a la serenidad, existen otros escenarios como la propagación de plagas, la calidad constructiva de viviendas y la atención a zonas bajas que demandan la mirada de las máximas autoridades del territorio.
