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Las Tunas.- Para nadie es secreto que el talón de Aquiles del abasto de agua en la ciudad de Las Tunas está relacionado con el deterioro extremo de los equipos de bombeo.

Por eso, cada vez que conversamos del tema con Piedad Herrera Núñez, directora de la unidad empresarial de base (UEB) Acueducto y Alcantarillado en esta ciudad, ella insiste: “Cuando anunciamos soluciones, sabemos que las bombas se pueden romper en cualquier momento, porque son reparaciones en equipos viejos, casi remiendos, los que vamos haciendo”.

Piedad es cautelosa al hacer compromisos a largo plazo y muy detallista cuando informa del tema; especialmente en estas últimas dos semanas, cuando la situación ha tenido ribetes críticos en algunas fechas y ha estado afectada tanta población que no se atreve a dar un número aproximado.

“Siguen los problemas en Piedra Hueca, hemos tenido que estar llenando cisternas cada tres horas; la buena noticia es que ya está aquí un equipo que llegó de La Habana para allí y debe tener una mejoría pronto porque estamos en el proceso de instalarlo.

“Por otro lado, la electrobomba que hace poco se rompió en El Rincón tenía una capacidad de 118 litros por segundo y ahora, gracias a que recuperamos una de la Agricultura, hemos podido instalar allí mismo otra para recuperar el servicio, pero es más pequeña, apenas de 70 litros.

“Además, también trajeron de La Habana una bomba recuperada para esa, la principal fuente de abasto a la ciudad, y la estamos montando también para que aporte un poquito más”.

Piedad nos explicó que es de Piedra Hueca que se abastecen los puntos de venta del Aguilera y de las Petrocasas; y dijo que ha sido imposible, en la actual situación, mantenerlos de manera sistemática. Algo que esperan revertir pronto.

Asimismo, la escuchamos abundar en lo difíciles que han sido los últimos días porque, a todos estos males, se suma la carencia de combustibles y la necesidad de destinar las pocas pipas del líquido a su mando a sitios que brindan servicios que son vitales como los hospitales, círculos infantiles y hasta la sala de Hemodiálisis de nuestro principal centro de Salud.

El panorama comienza a mejorar y, aunque la experta asegura que en la semana próxima será que este terruño consiga una estabilidad en el abasto, también invita al ahorro y la solidaridad. “La situación está difícil y nadie puede confiarse. Si usted tiene un pozo, brinde agua al vecino; y si tiene una cisterna ahorre, no se confíe; estamos trabajando fuerte, pero las soluciones no siempre dependen de nosotros”. 

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